Anaut en Madrid es Negro: gracias por tanto Otis Redding

Otis-Redding

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El pasado 4 de Marzo, Anaut rindió homenaje a Otis Redding en la Sala But (Madrid). Honores por los 50 años que han pasado desde que el Sr.Redding nos dejó huérfanos de música y sensaciones. Este emotivo evento, como parte del festival Madrid es Negro, fue el broche final a un acontecimiento musical que convierte a la ciudad de Madrid, durante los dos meses largos que dura, en un escaparate inolvidable de fiestas y conciertos de música negra.

Cuando uno cree que versionar a Otis Redding puede ser una osadía para los valientes que traten de emular a Big O y sus muchachos, así, de repente y sin anestesia, Anaut, su banda y los colaboradores de lujo con los que compartieron acordes y feeling, nos ofrecieron un viaje increíble al centro de Redding. Interpretaron casi cada una de las inolvidables canciones del genio de Hellview, logrando que al, cerrar los ojos, la audiencia pudiera sentir a Otis flotando en el ambiente.

Cuando tienes tres vientos como David Carrasco (Muchachito), Juana Rivas (The Refrescos) y Dani Niño (Forastero, The Limboos) soplando esas notas y arreglos mágicos, a Javi Skunk arreándole a la batería con un sentimiento y calidad únicos, a Javier Geras y su Fender gozando los bajos a golpe de corazón, al teclista Gabri Casanova (impresionante la negrura musical de este genio) y a un director de orquesta como Alberto Palacios, Anaut, es fácil prever que algo bueno va a pasar.

«Cuando tienes a un director de orquesta como Alberto Palacios Anaut, es fácil prever que algo bueno va a pasar»

Si el bueno de Alberto hubiese nacido en otro país sería reconocido a nivel mundial, como mundial es el talento de esta voz y guitarra nacidos en España pero con alma de negro. Cada giro vocal, cada verso, te conducían de manera fidedigna y directa a las entrañas del Soul de Big O. Aún puedo recordar los pelos erizándose cuando los arreglos de viento de Try a little tenderness arrancaban y la voz de Anaut me llevaba de viaje a las grabaciones en directo que Otis realizó en el ´67.

La noche tuvo momentos increíbles y se palpaba en el ambiente la ilusión y la conexión de público y banda, esa comunión única que la música consigue cuando la expresión es sincera: una atmósfera mágica. Sonaron clásicos como I´ve been loving you to long o My Girl, ese clásico que Smokey Robinson y Ronald White escribieron para Temptations. Como contó Anaut, Otis decía de sí mismo que era un engendro que amalgamaba estilos y artistas a los que admiraba, mezcla del liricismo y musicalidad de Sam Coke y el Rock and Roll de Little Richard.

«Los invitados Lucille Hurt, Lady Pepper y Adrián Costa ofrecieron un precioso espectáculo»

Todos somos una suma y, al igual que Otis, Anaut nos tenía preparadas muchas sorpresas, con invitados que ofrecieron un precioso espectáculo. Lucille Hurt (The Lucilles) subió al escenario y desató una voz y una actitud hipnotizantes, su sentimiento y sutileza contrastaron a la perfección con la otra voz femenina invitada a la fiesta, Lady Pepper, que nos advirtió al grito de “are you ready!?” para después hacer al público partícipe de la querida Fa-Fa-Fa-Fa-Fa (Sad Song). El siguiente invitado, voz autorizada del blues, fue Adrián Costa (The Criers), para tocar Mr.Pitiful y Hard to handle con desgarro, blues, soul y puro talento.

El show llegaba a su final y la banda se retiraba entre aplausos, pero la Sala But quería más y aún faltaban grandes clásicos por sonar aunque, ¿qué canción de Otis no es un clásico? Todos los músicos volvieron a escena y dieron paso a otro talento de este país: Kike Blanco, teclista en The Groovin´ Flamingos y quien, junto a Gabri Casanova, nos brindó un baile de órganos que desembocó en Sittin´ on the dock of the Bay, elevando aún más al público.

El homenaje llegaba a su fin y todos los participantes volvieron a subir al escenario para terminar con Satisfaction, el tema escrito por Mick Jagger y Keit Richards, sonando a 4 voces, con el público entregado y el jolgorio sobrevolando la sala. Se terminó la fiesta y nos marchamos con la convicción de que, esté donde esté Otis Redding, le llegó el amor entregado por todos.

Alberto Avendaño Calvo

Sala But, Madrid. 4 Marzo 2017.

Fotografía: Javier Suárez

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