Texto: Redacción
Fotografías cedidas por Jazzing Sant Andreu
- Del 28 de agosto al 1 de septiembre, en Fabra i Coats, el Jazzing celebrará la 11a edición programando a propuestas claves del jazz tradicional
El Jazzing – Festival de Jazz de Sant Andreu celebrará su 11ª edición después de anunciar, el año anterior, que peligraba su continuidad por falta de ayudas. Y lo hará programando propuestas líderes del jazz más tradicional, reivindicando el sonido de New Orleans, el jazz de los años treinta y el baile de los Lindy Hopers. Una gran noticia a la que se suman la de sus recientes reconocimientos: el Premi Enderrock y el Premi de la AMJM (Associació de Músics de Jazz i de Música Moderna de Catalunya). “Anunciamos esta nueva edición con la misma ilusión de siempre, ¡o más!”, exclama el director, Joan Chamorro.
“Swing connexions” entre Nueva York, Berlín y Barcelona.
De nuevo, Fabra i Coats acogerá, del 28 de agosto al 1 de septiembre, una programación que conectará tres ciudades claves en el jazz. De New York vendrá Jon-Erik Kellso and the EarRegulars; de Berlín, The Jungle Jazz Band; y las formaciones de Barcelona que actuarán son: las anfitrionas Sant Andreu Jazz Band y la Sant Andreu Dixie Band; Joan Monné quartet y Campisi/Perramon/Arcarazo quintet, y Ricard Gili and Friends.
“Me gusta ir a los clubs de Jazz de Nueva York. Especialmente, al Ear Inn, en el Village, donde cada domingo puedes escuchar al trompetista Jon-Erik Kellso, acompañado de maravillosos músicos que aman el jazz más tradicional. Hace poco grabaron un disco en directo. Y mi sueño era traerlos a todos y hacer un Ear Inn en Barcelona, aunque fuera por unos días -relata Chamorro-. También descubrí en una gira de la SAJB por Austria y Hungría a The Jungle Jazz Band, un grupo con sede en Berlín, que me impresionó. En seguida me enamoré de la frescura, la pasión y la precisión con la que interpretan música de los años 20 y 30. Así que tuve otro sueño: que también vinieran a Barcelona para que muchas personas disfrutaran de su propuesta. Este año el Jazzing lo ideé alrededor de estos dos sueños. Y lo llamé Swing Connexions”. El director recuerda que la esencia del jazz “seguirá bien presente mientras haya músicos que lo interpreten desde el amor y la pasión, reiventándolo y haciendo que suene actual”.
El imprescindible legado de Ricard Gili
Al veterano Ricard Gili, uno de los invitados de esta edición, le parece “un gran acierto” que este año el Jazzing esté dedicado a “los estilos que dotaron al jazz de su carácter tan único y particular. Son géneros más populares, pero no por eso tienen menos calidad, ¡que nadie se confunda! -puntualiza-. Son los estilos que han abierto las puertas de todo el mundo a esta música creada por el pueblo negro norteamericano. Y si en su momento fueron toda una tendencia, por su contenido, por los valores musicales y culturales que contienen, trascendieron el frenesí de las modas y siguen muy vigentes. Hoy en día hacen que mucha gente de todas partes del mundo y de todas las edades disfruten del jazz. Y así será por muchos años”.
El Jazz Education Stage “latirá” de forma aún más vivencial
Para Blanca Gallo, Project Manager del festival, “hablar del jazz clásico es hablar de Ricard Gili y de la Locomotora Negra, impulsores de este estilo de música y cuyo relevo recogió la Sant Andreu Jazz Band, bajo la batuta de Joan Chamorro”. Gallo recuerda también que si originariamente esa magia del jazz se aprendía tocando en directo y en las jams, eso es precisamente lo que propicia y propone desde sus inicios el Jazz Education Stage, la rama educativa del festival, que este año “latirá más que nunca, con más intención e intensidad, ¡y sobre el escenario!”. Los alumnos que se inscriban, además de “aprender, tocar, compartir conocimientos y vivencias con los compañeros y los profesores, y asistir a todos los conciertos, se les sumará la experiencia de participar en una grabación en directo junto al elenco americano”.
Blanca Gallo tiene muy claro el valor del aprendizaje y de los referentes. “Dar cobijo a la estancia internacional de jóvenes, profesionales y músicos que quieren compartir la metodología y la filosofía de trabajo del director Joan Chamorro y aprender del resto de artistas del festival va más allá de dar una buena acogida y que la experiencia perdure. Significa también prever y facilitar un espacio de referencias musicales locales e internacionales. Un espacio seguro y de confort (en una ciudad como Barcelona llena de actividades multitudinarias), que cuida a cada uno de sus asistentes, procurando que su participación sea una motivación para seguir un camino y una forma de vida a través de la música -añade-. Un compromiso cargado de amor hacia las personas y la música jazz”.
Serán cinco días de festival para, como invita Chamorro, “bailar y descubrir por qué el jazz es una de las músicas más apasionantes que existen”.