Entrevista a Carlos Molinero: «Veinte años de jazz contra la despoblación: el milagro cultural de Cantalojazz»

Desde hace dos décadas, Carlos Molinero se ha convertido en el alma del Cantalojazz, un festival que, contra todo pronóstico, ha llevado a las profundidades de la Sierra Norte de Guadalajara a grandes figuras del jazz nacional e internacional como Jorge Pardo, Chano Domínguez, Perico Sambeat, Pedro Iturralde, entre otros.

Texto: Pedro Andrade

@pedroandradecifu

Fotos: Violeta Salvador

@violeta_savior

Gracias a su empeño incansable y al compromiso altruista de una pequeña pero entregada comunidad, el festival ha logrado mantenerse vivo, resistiendo el paso del tiempo, las dificultades económicas e incluso una pandemia. Sin embargo, su continuidad no debería depender únicamente de la pasión de unos pocos. Es urgente que las instituciones asuman su responsabilidad y respalden una propuesta cultural que no solo enriquece el territorio, sino que también combate activamente la despoblación rural a través de la música y el compromiso ciudadano.

Nos reunimos con Carlos en las salas de ensayo “El Rompeolas” del centro de Madrid para conversar sobre los desafíos que ha enfrentado el festival a lo largo de estos veinte años, el esfuerzo que implica cada edición y los detalles de lo que será su esperada vigésima edición, que se celebrará este año con dos citas: una en agosto y otra en otoño.

MasJazz: Bueno, pues gracias por acercarte y hablarnos del festival que llevas programando desde hace varios años. No sé si 20, pero digamos mucho tiempo. Este año se celebra el 20 aniversario, y por eso queríamos que nos contaras cómo ha sido la historia del festival. ¿Desde qué punto empezaste tú? ¿Estuviste desde el principio, te incorporaste después o recogiste el legado de alguien más? ¿Cómo ha sido este repaso de los 20 años del festival?

Carlos Molinero: Bueno, la historia es que aquí en Cantalojas había un pub, como se llamaba entonces, que se llamaba El Germinal. Lo llevaba un amigo que ya es mayor. Entrabas allí en los años 80 y te encontrabas en las paredes imágenes de Charlie Parker, John Coltrane… empezó a poner esa música. A algunos, entre ellos yo, nos fascinó. Me dejó un montón de vinilos que grabé en casete. Él sembró la afición por el jazz en un grupo de gente que ahora estamos metidos en esto.

En 2005, desde la asociación cultural (El Hayedo)—que estaba a punto de desaparecer— decidimos organizar alguna actividad cultural. Hasta ese momento la asociación se dedicaba a comilonas y poco más. En 2005 no hubo conciertos, solo un ciclo de películas relacionadas con el jazz. Ya en 2006 organizamos el primer concierto, fue un éxito. Era gratuito, y la gente decía: “¿Esto qué es?”, pero luego reconocían: “¡Qué bien toca esta gente!”

MasJazz: ¿Dónde lo hacéis, en la plaza?

Carlos Molinero: Lo hacemos en el salón de actos del pueblo, el de los bailes de toda la vida. No tenemos un local adecuado aún, aunque parece que está previsto construir un teatro de usos múltiples. Lo apañamos como podemos para que los músicos se sientan a gusto. Montamos el escenario, ponemos una cortina… En fin, lo dejamos decente.

MasJazz: ¿Recuerdas quiénes programasteis en esa primera edición?

Carlos Molinero: Sí, Fran Molina, un guitarrista que luego ha estado tres o cuatro veces. Iba en cuarteto con un saxofonista, Carlos Bermúdez, si no recuerdo mal. Fue a través de un amigo. A partir de ahí nos lo tomamos en serio. Vlady Bas también estuvo, uno de los últimos conciertos que dio. Fue un lujo tenerle.

MasJazz: Han pasado muchos músicos en estos 20 años. Viendo las fotos, han estado personas muy relevantes en el circuito del jazz como Jorge Pardo, Chano Domínguez…

Carlos Molinero: Sí, Pedro Iturralde también estuvo, en uno de los conciertos más bonitos. Pedro Ruy- Blas, Jaime Márquez, Dan Stewart, Tony Lakatos, Perico Sambeat —que ha estado dos veces—, Román y César Filiu, padre e hijo, aunque no juntos. El hijo vino primero con el quinteto y el padre vino en trío. Hubo otro intento de traerlos juntos, pero no coincidieron las fechas. Ha estado Caramelo de Cuba, Carlos Sarduy y muchos más.

MasJazz: ¿Y el público? ¿Quién asiste, además de los locales?

Carlos Molinero: Cada vez viene más gente de fuera. En la última edición, por ejemplo, con Lucía Rey y Clara Montes, calculé que dos terceras partes eran de fuera: de Madrid, Guadalajara… Gente que hace turismo rural y aprovecha para el festival.

MasJazz: Todo festival afronta desafíos. ¿Cuáles han sido los más recurrentes en estos 20 años?

Carlos Molinero: Lo más grato es la cantidad de gente que colabora altruistamente: montaje, fotos, web, carteles… Unas 25 personas implicadas. Y cuando ves que todo sale bien, que los músicos están contentos, que el público disfruta, eso lo compensa todo.

Lo más ingrato, sin duda, es el dinero. Las instituciones no apoyan lo suficiente. Se gastan fortunas en otros eventos y en cultura apenas hay presupuesto. Hay que mendigar constantemente.

MasJazz: ¿Tenéis ya cartel para el próximo año?

Carlos Molinero: Aún no. Todo depende del dinero del que dispongamos. Ilusión hay mucha, pero hace falta presupuesto. Recibo una o dos propuestas diarias de músicos. Hay muchísima gente interesada.

MasJazz: Si no hubiera problemas de presupuesto, ¿a quién te gustaría traer?

Carlos Molinero: Vi a Jerry Bergonzi hace poco y me enamoré de su forma de tocar. Me gustaría traerle. Marta Sánchez y David Murray también me gustan mucho. A veces no programo lo que más me gusta a mí, sino lo que puede gustar al público general. No somos el Colegio San Juan Evangelista. El festival debe ser asequible pero de calidad.

MasJazz: El festival también tiene un componente didáctico, ¿no?

Carlos Molinero: Sí, claro. Llevamos 20 años enseñando sin querer. Hay gente que viene desde el principio y nos dicen: “Yo no tenía ni idea de esta música y ahora no me lo pierdo”. Es una labor pedagógica, de valor educativo.

MasJazz: ¿Planes de futuro?

Carlos Molinero: Sí. Este año hemos cambiado un poco el formato: un concierto en agosto y otro en noviembre. El de agosto será al aire libre, en un camping bajo los pinos. Queremos repetir esa magia que ocurrió con Chano Domínguez durante la pandemia.

MasJazz: ¿Y alguna actividad paralela?

Carlos Molinero: Queríamos hacer un concurso de grupos amateur de jazz en la Sierra Norte, llamado «Hayas y Jazz», rotando por distintos pueblos. La idea está presentada, pero no hemos recibido respuesta. Sería un proyecto precioso y con muy poco presupuesto.

MasJazz: ¿La asociación cultural se llama El Hayedo, verdad?

Carlos Molinero: Sí, y dentro de ella estamos los “Amigos del Cantalojazz”, unas 25-30 personas que aportamos más y nos implicamos en todo. Ahora, después de tantos años, vamos mucho más rodados: sonido, piano, instrumentos… todo está organizado con proveedores de confianza.

MasJazz: ¿Cuántos conciertos suele tener el cartel?

Carlos Molinero: Dos. Antes solo hacíamos uno. El de agosto será el 9, en el camping. El de noviembre será el día 1, y lo combinamos con una visita guiada gratuita al Hayedo de Tejera Negra, dentro del Parque Natural Sierra Norte. Con el ticket del concierto, la gente puede apuntarse.

MasJazz: ¿Cómo te imaginas el festival dentro de cinco años?

Carlos Molinero: Me gustaría que hubiera un teatro permanente con buen escenario. Parece que lo van a construir en el futuro centro de interpretación del parque. Y, sobre todo, que las instituciones valoren lo que hacemos. Siempre se habla de la “España vaciada”, pero hay que hacer cosas de verdad y apoyar las iniciativas como éstas. La cultura nos define como humanos. Un teatro y apoyo institucional: eso es lo que me gustaría.

MasJazz: ¿Te gustaría hacer un macrofestival?

Carlos Molinero: No lo sé. Quizá estaría bien, pero sería otra cosa. Lo importante es que lo que tenemos funcione bien y siga creciendo. Repoblar también culturalmente sería maravilloso.

MasJazz: Carlos, encantado. Muchas gracias.

Carlos Molinero: Gracias a ti. Nos vemos en agosto y en otoño.

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