El trombonista español Julián Garvayo ha encontrado su voz en el punto de encuentro entre el jazz contemporáneo y la música cubana. Formado entre Madrid y Ámsterdam, y tras compartir escenario con artistas como Alain Pérez o los Buena Vista All Stars, presenta ahora su proyecto más personal: un sexteto donde el son, la conga o el guaguancó dialogan con la improvisación y el lenguaje del jazz.
El próximo 18 de octubre, Garvayo inaugurará la nueva temporada de Jazz Círculo en el Teatro Fernando de Rojas, con un concierto que promete energía, raíces y emoción. “Quiero transmitir verdad —dice—, que la música fluya entre el escenario y el público”.
Másjazz: Julián, para quienes aún no te conocen: ¿cómo empezó tu relación con la música y el trombón?
JG:En realidad, existo gracias a la música. Mi madre, que es pianista, vivía en Viena (ciudad en la que yo nací) y allí conoció a mi padre, también pianista, pasándole las hojas en un concierto de su grupo, el Trío Arbós. Mi abuela materna también fue pianista, por lo que la música estuvo siempre presente en mi vida. Siguiendo la tradición familiar, comencé con el piano a muy temprana edad, pero acabé cambiando de instrumento a los 8 años. Cuando fui admitido en el Centro Integrado de Música Padre Antonio Soler, escogí trombón porque había conocido a unos trombonistas muy simpáticos de la JONDE en una gira en la que acompañé a mi padre, y también en parte porque no se parecía en nada al piano. Cuando tuve el instrumento en mis manos, me enamoré. Y hasta hoy, no me he separado de él.
Másjazz: ¿Cuáles fueron tus principales influencias musicales, tanto en el jazz como en la música cubana?
JG: Mi primera influencia musical fue mi padre quien, junto con mi madre, me inculcaron el valor y la belleza de la música, así como todo lo que conlleva dedicarle toda una vida. Mi padre es andaluz y también me introdujo al arte flamenco, música que también forma parte de mi identidad. Además, desde pequeño escuchaba en casa música de la Nueva Trova Cubana (crecí con las canciones de Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Gema y Pavel).
En el conservatorio, nuestro profesor de Lenguaje Musical, Federico Calcagno, organizó una big band. Ese fue mi primer acercamiento al jazz.
Cuando cumplí los 16, fui a Madrid a una jam de música cubana en el Club Malasaña. Ese fue mi primer contacto tocando esa música. Fue el saxofonista Roque Martínez quien me alentó a salir al escenario y soltarme en ese nuevo género musical.
Un año más tarde conocí al maestro Demetrio Muñiz y me invitó a incorporarme a su Cuban Sound Project. Tuvimos dos conciertos que significaron mucho para mí. Aprendí el son cubano, las sonoridades, dicciones e intenciones propias de este género, siempre bajo la privilegiada guía de este maestro y su concepto armónico complejo y moderno.
Ese mismo año comencé mis estudios superiores en el Conservatorium van Amsterdam. En este centro he tenido la oportunidad de ahondar en este género desde un punto de vista más técnico y conocer a excelentes músicos que sin duda me han influido. Como profesores he tenido a grandes nombres de la escena del jazz internacional como Ilja Reingoud, Bert Boeren, Simon Rigter, Johan Plomp, y he recibido clases también de músicos como Marshall Gilkes, Jim McNeeley, Brad Mehldau, Terell Stafford, Mark Guiliana, Dave Taylor, etc. También he sido miembro de la Jong Metropole y de la Joven Orquesta Nacional de Jazz de Países Bajos.
En cuanto a la forma de tocar el trombón, siempre he tenido de referente al gran trombonista JJ Johnson, a quien a día de hoy sigo transcribiendo.
Una de mis mayores influencias musicales es el bajista y cantante Alain Pérez. Tuve el privilegio de tocar en su orquesta por primera vez en mayo del 2023, y desde entonces he tocado en muchas ocasiones cuando viaja a Europa. Incluso, un año más tarde, toqué con él en Cuba en festivales en La Habana y Varadero. Tocar y convivir con el maestro Alain Pérez me ha aportado una visión distinta de la música que defiendo y asimilo cada día.
Actualmente estoy de gira con Buena Vista All Stars, banda de la que forman parte grandes músicos y personas, con las que tengo el placer de tocar y compartir viajes por todo el mundo (México, India, EAU, Grecia, Inglaterra, Turquía, Puerto Rico, etc.), lo que contribuye a inspirar y a formar mi carrera musical.
Másjazz: Vives entre Ámsterdam y Madrid (o “radicado en Ámsterdam” según algunas fuentes) — ¿qué papel juega cada ciudad en tu inspiración artística y carrera?
JG: Efectivamente, mi residencia está en Ámsterdam; una ciudad muy internacional con gente de todo tipo de culturas, algo de lo que disfruto y aprendo constantemente. Aquí toco en bandas de música balcánica, brasileña, venezolana, curazoleña, holandesa, etc. Además, grandes artistas de talla mundial vienen a diario a actuar en los Países Bajos. También es una ciudad ideal para mis constantes viajes, ya que está muy bien conectada con el resto del mundo.
Por otro lado, España, es el país que me vio crecer y es donde están mi casa y mi familia. En Madrid viven músicos a los que considero también mi familia: allí puedo tocar la música que más me representa con colegas que la sienten igual que yo.
JG: A los 12 años creamos en El Escorial una banda formada por compañeros de clase del conservatorio: Just Jazz CIM. Ensayábamos en el horario de comida a escondidas, hacíamos arreglos de temas que nos gustaban, y tocábamos tanto en la calle, como en algún festival y salas de conciertos.
Ya con 15 años, tuve la necesidad de formar un proyecto en el que pudiera presentar las ideas musicales que tenía en ese momento. Creé un cuarteto llamado Taramela. La música se centraba en el folclore español fusionado con jazz desde una visión clásica (Albéniz, Falla, Lorca, Obradors; Pasodobles, canciones populares, etc.).
Después pasé unos años centrado en mi desarrollo musical sin dedicarme plenamente a un proyecto propio, hasta que decidí crear mi sexteto. Comencé a componer y a pensar en una nueva identidad musical que representara como soy en la actualidad. He tenido la dicha de contar con grandes amigos y músicos que se han unido a mi proyecto y que son una inspiración para continuar este bonito viaje.
Másjazz: Se anuncia que el 18 de octubre presentarás tu sexteto en el Teatro Fernando de Rojas dentro del ciclo Jazz Círculo. ¿Qué supone para ti inaugurar esta temporada con ese concierto? ¿Qué importancia tiene tocar en una sala emblemática de Madrid, dentro de un ciclo consolidado como Jazz Círculo?
JG: Inaugurar la temporada de Jazz Círculo, en un lugar tan emblemático como el Teatro Fernando de Rojas, es una gran responsabilidad y una enorme alegría. Es la primera vez que presento el sexteto en la capital y es algo muy especial para mí: es la ciudad que me ha visto crecer como músico y donde tengo a mucha gente querida. Es un honor presentar música original que refleja mi evolución, influencias e identidad musical. Tengo muchas ganas de compartir lo que llevamos preparando con tanto cariño.
Másjazz: El sexteto fusiona jazz con géneros cubanos como guaguancó, timba, son, conga. ¿Qué retos compositivos o arreglísticos enfrentaste al unir esos mundos? ¿Podrías contarnos algo del repertorio que presentarás en Madrid? ¿Habrá estrenos exclusivos para ese concierto?
JG: En estos años, he podido conocer a fondo la cultura cubana, sus ritmos, armonías y géneros. A la vez, en el conservatorio he profundizado en el lenguaje del jazz y sus distintos subgéneros. Esa doble inmersión ha hecho que ambos mundos formen parte de mi identidad musical de forma muy natural.
Al componer, he tratado de que esta fusión fluya con coherencia y frescura. Por ejemplo, muchas de mis composiciones tienen estructuras armónicas propias del jazz moderno, pero se desarrollan sobre cimientos rítmicos cubanos. Siempre trato de que la música sea rica e interesante en contenido, pero sin perder su conexión con el baile, con lo popular.
La timba ya es de por sí una fusión y, aunque yo no tengo ningún tema de timba, muchos de ellos acaban “timbeándose”. También hay espacio para boleros con armonías del jazz clásico, y temas de funk que dialogan con el son cubano.
Y sí, habrá estrenos: varios de los temas del programa que presento no se han tocado antes en público.
Másjazz: ¿Qué músicos conforman tu sexteto para ese día y cómo elegiste este grupo en particular?
JG: Me acompañarán: Israel Figueredo (saxofonista de Granma, Cuba), Rainer Pérez (bajista de Trinidad, Cuba), Miguel “Wiwi” García (pianista de Camagüey, Cuba), Georvis Pico (baterista de Guantánamo, Cuba) y Giovanni Molinari (conguero de Módena, Italia).
Cada uno de ellos tiene una voz individual muy distinta, algo que busco para mi sexteto, porque incluso siendo composiciones mías, pretendo que cada uno de los músicos le aporte un significado propio. Todos ellos han tenido también una larga experiencia tanto con la música cubana como con el jazz.
Másjazz: ¿En qué fase se encuentra tu sexteto ahora mismo — componiendo, ensayando, grabando, girando? ¿Tienes planeado lanzar un disco pronto con el sexteto?
JG: En estos momentos estamos componiendo, ensayando y tocando para asentar y asimilar esta nueva identidad. Mi intención es comenzar a grabar a principios del año que viene el primer disco y organizar una gira de presentación por Europa.
Másjazz: ¿Cómo ves la recepción del jazz afrocubano hoy en Europa y en España? ¿Notas diferencias entre audiencias?
JG: Definitivamente, cada vez hay más cultura de esta música en Europa, sobre todo en España, donde tenemos una conexión cultural muy fuerte con Cuba y con lo popular, lo que propicia que esta fusión se sienta con mucha naturalidad.
Creo que en Europa hay cada vez más audiencia para este género, pero también es cierto que existe un gran vacío entre gente que va a conciertos de salsa, y gente que va a conciertos de jazz. Todavía, la conexión entre ambas culturas musicales no es tan notable como en otros lugares.
Lo hermoso es que el jazz afrocubano tiene esa doble cualidad: puede ser muy sofisticado armónica y rítmicamente, pero al mismo tiempo sigue siendo música de raíz que se vive con el cuerpo. Y eso, cuando conecta, se percibe de una manera muy especial, estés donde estés.
Másjazz: ¿Tienes otras colaboraciones o proyectos paralelos en los que estés trabajando ahora mismo?
JG: Actualmente formo parte del nuevo proyecto de la trompetista Maite Hontelé y estamos en proceso de grabación. También formo parte de Buena Vista All Stars (Demetrio Muñiz, Barbarito Torres, Manuel Machado, etc.) con quienes giro constantemente por todo el mundo. Colaboro habitualmente con el baterista y cantante puertorriqueño David Rivera, tanto en Europa como en América. Pero mi foco principal está ahora mismo en mi propio sexteto.
Másjazz: Para cerrar: si tuvieras que definir con una frase lo que intentarás transmitir con tu música al público que acudirá el 18 de octubre en Madrid, ¿cuál sería?
JG: Quiero transmitir verdad; que cada nota tenga intención, que la energía fluya entre el escenario y el público. Esta propuesta nace de la mezcla de dos lenguajes que habitan en mí, el jazz y la música cubana que se unen para emocionar, reflexionar… y también bailar. Quiero que sea una experiencia viva, donde el ritmo, la tradición y el conocimiento se encuentren en un solo lugar: el escenario. Que nadie salga indiferente.