“Perderle el miedo a lo imposible ha sido mi mayor aprendizaje”
Fotos cedidas por Paloma Cosano
La compositora y directora sevillana Paloma Cosano presenta Paloma y Otros Pájaros, un proyecto para big band que combina la tradición del flamenco y el folclore andaluz con la libertad del jazz contemporáneo. En sus arreglos se perciben tanto la solidez de su formación académica como la intuición de quien ha vivido la música desde dentro, con un oído atento a las texturas y a la expresividad de cada instrumentista. Respaldada por una plantilla de músicos de gran nivel, Cosano ha logrado una obra clara, arriesgada y profundamente orgánica. Su estreno en el Festival de Jazz de Medinaceli simboliza la culminación de un proceso creativo y vital que comenzó como un reto casi imposible y que hoy se convierte en punto de partida para una trayectoria con vuelo propio.
Másjazz: Paloma y Otros Pájaros es un trabajo para big band, ¡casi una orquesta de jazz! ¿Cómo repartiste el material entre secciones para que todo se mantuviera en equilibrio y contraste?
Paloma Cosano: Pues bueno, es una técnica, básicamente lo que yo estudié: técnicas de composición para big band. Ahí me dieron un montón de recursos y herramientas precisamente para conseguir eso, crear distintos contrastes y colores dentro de una formación tan grande y tan poderosa, con un espectro sonoro tan amplio. Entonces, muchas técnicas aprendidas en mi carrera —que era Jazz Composition— y también un poco de intuición y práctica: ver qué funciona, qué no, qué timbres son interesantes. Me encanta usar texturas distintas y probar sonoridades y combinaciones tímbricas entre la sección rítmica y los metales. Eso es lo que me fascina de la música para big band: tener tantísimos recursos y ordenar tantas posibilidades sonoras.
Másjazz: Reunir a tantos músicos con agendas, viajes y proyectos debe ser una especie de tetris imposible… ¿cómo lo conseguiste? ¿Alguna anécdota divertida de ese proceso?
Paloma Cosano: Esto ha sido de las cosas más complicadas que he hecho en mi vida. Creo que hay poca música de big band, no solo porque escribir para tanta gente es complejo, sino también porque logísticamente es un tetris brutal. Yo he conseguido hacerlo porque tengo un equipo de músicos que son unos santos: súper buenos, acostumbradísimos a tocar en big band y conscientes de lo que supone. Algunos tienen incluso sus propios proyectos como directores u organizadores, y saben lo difícil que es. El secreto ha sido encontrar un grupo que empatiza mucho conmigo, que ajusta su agenda y hace esfuerzos enormes para poder ensayar veinte personas a la vez. No tengo anécdotas divertidas que contar todavía, pero seguro que surgirán si seguimos adelante.
Másjazz: En lo rítmico, juegas con elementos del flamenco y del folclore andaluz dentro de un lenguaje jazzístico. ¿Cuál es tu receta para que la mezcla se escuche de una manera tan orgánica y natural?
Paloma Cosano: Bueno, te lo agradezco mucho. No tengo ninguna receta concreta; creo que lo que puedo decir es que prácticamente es mi background, lo que he vivido desde que nací. Soy de Sevilla y me he criado en un entorno lleno de folclore andaluz, de flamenco por todos lados.
Además, mi padre es un gran aficionado al flamenco: siempre está escuchándolo, viendo programas, conociendo cantaores, guitarristas, bailaores… Para mí ha sido como una enciclopedia viviente y quien me inculcó ese amor. Al principio lo vivía sin profundizar demasiado, pero después de estudiar en el conservatorio y de irme fuera, reconocí que era parte de mi esencia y de mi identidad. Creo que eso le pasa a mucha gente: cuando vives lejos, te nacen las ganas de representar tu cultura.
No sé cuál es la receta exacta, pero sé que hay mucha intuición y la huella de todo lo que he escuchado: flamenco y folclores andaluces. Aunque quiera guardármelo, siempre acaba saliendo, porque yo no me he criado con swing, me he criado con compás.
Másjazz: En la grabación, con tanta gente tocando a la vez, la claridad es casi un milagro. ¿Qué recursos técnicos o decisiones fueron clave para conseguirlo? ¿Y qué retos os dio la mezcla?
Paloma Cosano: Tiene mucho que ver con los arreglos: si la música es clara, sonará clara. Grabamos en Camaleón Estudios, un espacio pequeño para tanta gente, pero suficiente. Estuvimos un poco apretados, pero con buen humor, ensayos y musicazos salió todo adelante. Los recursos técnicos del estudio ayudaron, pero también fue clave la mezcla posterior.
Másjazz: Hablando de la mezcla: ahí estuvo Shayan Fathi. ¿Cómo fue trabajar con él y qué aportó a la sonoridad final del disco?
Paloma Cosano: Fue maravilloso trabajar con Shayan. Es un técnico e ingeniero de sonido tremendo, pero además fue el baterista de la big band, así que conocía la música desde dentro. Eso fue una ventaja enorme. Yo edité todo y él, en dos o tres versiones de mezcla, ya lo tenía listo. Supo darle una claridad increíble, hacer que todo se escuchara perfectamente. Apenas tuve que pedirle retoques. Fue comodísimo.
Másjazz: Mirando tu trayectoria, ¿qué aprendizajes sientes que se cristalizan en este proyecto como compositora y directora?
Paloma Cosano: Pues te diría que lo más grande que me ha aportado este proyecto, en mi experiencia vital, es perderle el miedo a atreverse con cosas que a priori parecen imposibles, muy difíciles de conseguir, muy complejas. He aprendido muchísimo sobre mis miedos y sobre las capacidades que tengo. Yo siempre he tendido a esconderme y a hacerme de menos.
De hecho, este proyecto empezó prácticamente como una revelación y unas ganas de demostrar que no podía hacerlo. Esto fue porque yo terminé la carrera y vino la pandemia, en fin, muchos cambios drásticos en mi vida: de muchísima actividad a cero. Sentía como que todo lo que había aprendido se me iba a olvidar o se me estaba olvidando.
Tenía la necesidad de hacer algo, pero no sabía cómo ni qué hacer, porque prácticamente descartaba poder llevar a cabo una big band. Me parecía imposible, me parecía logísticamente imposible, la verdad. Y luego muy complejo, aunque lo había hecho en la carrera, pero no en la vida real.
Mi pareja me insistía mucho en que tenía que hacer algo con ese conocimiento que tenía. Fue tan pesado, estuvo un año entero detrás de mí diciéndome que debía hacerlo, que al final le dije: “Lo voy a empezar para que veas que no soy capaz y me dejes en paz”. Y fui capaz.
Y después de todo eso me llevé una lección de vida increíble: que sí, que soy capaz. Ese miedo que tenía de ver las cosas imposibles cada vez lo tengo menos. Rompí gran parte de ese muro en el momento en que saqué este disco y pude ver que era posible, que podía hacerlo.
Otro gran aprendizaje ha sido el disfrute: el disfrute de componer y de vivir la música desde este lado, de aportar lo que siento. Siempre lo había visto como un sufrimiento. De hecho, cuando estaba queriendo demostrar que no era capaz, lo sufrí mucho, porque estaba siempre luchando contra mis fantasmas creativos: “Tú no vales, tú no sabes, tú no puedes, esto no suena bien, esto no le va a gustar a nadie, esto no tiene sentido”.
Y en este segundo proceso, cuando lo conseguí, me demostré que sí, que sí valía, que a la gente le gustaba y que sí tenía sentido lo que hice. Y ahora, en este segundo proceso —con los temas nuevos que estreno en este concierto— sí que los he disfrutado un montón. Eso también lo he aprendido.
Lo he aprendido ahora, haciendo música y descubriendo que se puede disfrutar de esto, que de lo que se trata es de disfrutarlo. Al final creo que es el mayor aprendizaje que me he llevado en este proceso: componer, y sobre todo componer música nueva que voy a estrenar en este concierto.
Másjazz: Seguro que hubo momentos en tu formación o carrera que te cambiaron el chip a la hora de escribir para big band. ¿Recuerdas alguno especialmente revelador?
Paloma Cosano: Tuve un gran cambio de chip cuando descubrí que podía componer música. Con formación clásica de piano en el conservatorio, siempre había interpretado a los grandes —Beethoven, Bach, Chopin, Rachmaninov— y me parecía casi un insulto intentar crear algo propio después de obras tan inmensas.
Ese miedo empezó a romperse gracias a mi profesor de armonía, Luis Ángel de Benito, que nos animaba a componer en lugar de limitarnos a analizar corales. En esos pequeños ejercicios descubrí que me atraía la composición y que podía hacerlo.
Con su apoyo y tras estudiar algo de improvisación, me liberé del peso del mundo clásico y, cuando fui a Berklee, decidí especializarme en Composición de Jazz. Allí terminé de hacer clic: entendí que yo también podía crear música, y cuanto más aprendía, más confianza ganaba en mi voz y en mi manera de sentirla.
Ese fue mi gran cambio: darme cuenta de que también podía componer.
Másjazz: En tu proceso creativo, ¿sueles partir del piano, de la voz, de ideas rítmicas, o de la orquestación directamente?
Paloma Cosano: Mi proceso es variado según el tema, pero siempre empiezo con un piano cerca. Ya sea con una melodía, una idea rítmica o una armonía, lo pruebo en el piano y lo voy apuntando en una libreta. Después, cuando la idea empieza a coger forma, paso todo al ordenador.
Másjazz: Has compartido estudio con músicos de mucho peso. ¿Qué te has llevado de esas colaboraciones para tu propia forma de dirigir y componer?
Paloma Cosano: Los músicos con los que trabajo siempre me han enseñado muchísimo y, por supuesto, cuando compongo pienso mucho en ellos.
Cuando le voy a dar un solo a alguien, intento que sea un solo que sé que va a disfrutar y en el que se va a sentir cómodo. Por ejemplo, ahora estoy componiendo tres temas nuevos para estrenarlos en el concierto. En uno de ellos pensé que encajaba perfectamente un solo de Ariel Brínguez y busqué la armonía que a él le gusta para que se sintiera a gusto improvisando, imaginando un poco su lenguaje. Siempre los tengo muy en cuenta. Y lo mismo a la hora de doblar instrumentos: pienso en con quién estoy tocando.
Cuento con una plantilla tan buena que da gusto; para mí es un privilegio poder pensar en ellos al componer, con la ilusión de que den lo máximo y también de que se exijan lo máximo a sí mismos. Por ejemplo, sé que la sección de trompetas que tengo es tremenda y puedo escribir notas muy agudas porque Raúl Gil las va a tocar. O sé que a Roberto Pacheco, trombonista, le gusta cierta armonía para lucirse en un solo con su sonido particular. En fin, siempre los tengo presentes, y en cierto sentido mi música se amolda a esta Big Band, claro que sí.
Másjazz: Presentar Paloma y Otros Pájaros en el Festival de Jazz de Medinaceli debe tener un sabor especial. ¿Qué significa para ti tocar en ese marco? ¿Se siente como una de las metas alcanzadas o el inicio de algo más grande?
Paloma Cosano: Sí que tiene un sabor especial, por supuesto, tocar en el Festival de Jazz de Medinaceli. Estoy encantadísima; para mí es un privilegio y un honor poder estrenar mi música allí, en un lugar tan precioso, con tanta historia y belleza. Estoy deseando ir y conocerlo.
Se siente como una meta alcanzada, porque es un proceso complejo, como ya vengo contando, y poder hacerlo realidad es sin duda cumplir un objetivo. Y más aún en ese contexto: un festival en un sitio precioso, con un cartel lleno de músicos increíbles. Para mí es un privilegio absoluto.
También lo siento como el inicio de algo más grande. Espero que de aquí salgan nuevas oportunidades para mostrar mi música, que la gente la conozca y que siga rodando. Estrenarlo en el Festival de Jazz de Medinaceli me parece algo realmente especial.
Másjazz: A todos los músicos nos marcan referentes. En tu caso, ¿qué artistas —del jazz, del flamenco o de la música contemporánea— han dejado huella más profunda en tu lenguaje?
Paloma Cosano: Tengo muchísimos artistas y referentes de estilos muy distintos. Los que ahora mismo me vienen más a la mente son, sobre todo, María Schneider en la música de Big Band.
Su manera de usar la Big Band me parece única y especial: el dominio de los timbres, de las texturas… Me encanta, me encanta María Schneider.
También, en mi línea de mezcla con el flamenco, me ha influido mucho Perico Sambeat y su disco para Big Band. Ahí hay muchísimos recursos y un tratamiento del instrumento —la propia Big Band— de manera magistral. Sus ideas y el dominio de toda la tímbrica en ese disco de flamenco y Big Band me parecen maravillosos.
Por supuesto, tengo muchos más referentes, pero esos dos son los que más huella me dejan.
Másjazz: Y para cerrar: en paralelo al vuelo de Paloma y Otros Pájaros, ¿qué nuevos “nidos” tienes en mente? ¿Algún proyecto futuro que ya esté germinando?
Paloma Cosano: Bueno, pues prácticamente estoy presentando mi proyecto, que es el que ahora mismo tengo en mente.
Es donde estoy posada ahora mismo, el nido donde me apoyo. Como te he dicho, tengo música nueva.
Es un proyecto llamado Paloma y otros pájaros. Lo empecé hace tres años y publiqué un EP hace un par. Pero ahora, en este concierto, para la ocasión, voy a presentar música nueva que he compuesto.
Esta es la culminación, digamos, de este proyecto de Big Band que empecé hace tiempo. Es el proyecto que tengo en mente y estoy deseando que vuele alto, que llegue a muchos lugares y que lo conozca muchísima gente.
Eso es lo que ocupa mi mente ahora mismo.
Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=pv_DUGNbDuU
Entradas concierto de presentación de Paloma y otros pájaros en el festival de jazz de Medinaceli.
https://www.eventim-light.com/es/a/6839cf1cf5a7ed1824ff3337/e/68a0565578453214f7d44c74