Kool & The Gang desatan su fiesta funk en Noches del Botánico


El verano madrileño dio el pistoletazo de salida a toda una agenda cargada de festivales y conciertos pensados para el público más melómano. El pasado 25 de junio, una leyenda viva del funk y el soul tomó el escenario del Real Jardín Botánico de Alfonso XIII: Kool & The Gang. En un recinto completamente lleno —con el cartel de «sold out» colgado con varias semanas de antelación—, el público vivió una noche de ritmo imparable, energía contagiosa y celebración colectiva.

Texto: Pedro Andrade

@pedroandradecifu

Fotos: Darío Bravo

@dariobravo.es

Desde el primer momento, quedó claro que la banda venía a hacer historia una vez más. Las coreografías sin complejos de sus integrantes, ejecutadas con una mezcla irresistible de humor, precisión y carisma, se convirtieron en la batuta invisible que marcó el compás del recinto entero. Nadie quedó sentado, nadie se resistió: lo que se vivió fue una pista de baile a cielo abierto.

Al frente de este huracán funk permanece firme Robert «Kool» Bell, bajista y único miembro fundador con vida de la banda que revolucionó la música afroamericana a partir de los años 60. Kool, con su bajo inconfundible y su presencia magnética, no solo lidera el sonido, sino también el espíritu de una agrupación que ha sobrevivido a los tiempos sin perder su esencia.

Durante la noche sonaron todos los clásicos que han hecho universal su sonido: desde el soul más sofisticado hasta el funk más directo, con un groove nacido en las entrañas de la Motown, pero que supo reinventarse en los años setenta, abrazar la fiesta de los ochenta y mantenerse vigente en pleno siglo XXI. «Celebration», «Get Down On It», «Ladies’ Night», «Jungle Boogie»… cada canción fue celebrada como un himno generacional.

Acompañando el repertorio, el concierto ofreció un montaje visual cuidadosamente diseñado. Pantallas gigantes mostraban imágenes míticas de la formación original, fragmentos de videoclips históricos y material audiovisual sincronizado con cada tema. Un verdadero espectáculo multimedia que no solo apelaba a la nostalgia, sino que reforzaba el carácter atemporal de su legado.

Todo el show fue un ejercicio de precisión escénica: desde las transiciones hasta las interacciones con el público, todo estaba milimétricamente ensayado, pero sin perder la espontaneidad del groove. Un concierto en toda regla, sin altibajos ni concesiones, donde el foco permaneció siempre sobre la música y su capacidad de conectar, de hacer bailar, de unir.

Noches del Botánico volvió a confirmar su lugar como uno de los festivales más singulares y valiosos del panorama europeo. Su cuidada combinación de entorno natural, acústica impecable y una programación que une generaciones convierte cada cita en una experiencia íntima y vibrante a la vez. En este contexto privilegiado, Kool & The Gang demostraron, una vez más, su maestría para transformar un concierto en una auténtica celebración de la vida.

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