Mery Sanz terminó de prepararse. Salió del camerino de la sala y antes de que comenzase el concierto, saludaba a varios de los asistentes del público. Las últimas personas entraban por la puerta de la Sala Bardot, mientras que los instrumentistas subían al escenario. El concierto estaba comenzando.
La música del nuevo disco de Mery Sanz llevaba alrededor de dos o tres años floreciendo. El 29 de octubre salieron a la luz las canciones en exclusiva, antes de presentarse en las plataformas digitales. En el momento en el que Mery empezó a cantar, a la vez exponía su mundo interior a través de la música.
Mery Sanz es música en todos los ámbitos posibles. Aparte de componer, es cantante e intérprete de numerosos instrumentos. Entre su formación, cabe destacar la más reciente: la formación superior de música jazz en Música Creativa. De aquí deducimos gran parte de la influencia jazzística en sus canciones. A la artista le acompañaban cuatro instrumentistas: Nacho Vizcay al bajo, Emma a la guitarra, Álvaro de Juan en la batería y Kevin al teclado.

El concierto se desarrolló a lo largo de quince canciones, de encuentros y de charlas que fueron creando diversos escenarios emocionales a lo largo de la noche. La mayoría de temas han sido escritos por la propia cantante y, según ella, retratan su infancia a través de un disco. Tras cantar la primera canción, la artista adelantó el sentido del disco y las dinámicas del concierto. Era un diálogo entre sus canciones más antiguas y las nuevas ampliando con colaboraciones. Todo el discurso se mantenía en una misma historia sonora. Todos los habitantes del grupo se encontraban en sintonía de groove, sin embargo, cada instrumentista fortalecía las dinámicas de los temas. La percusión cambiaba de baquetas e improvisaba diversos ritmos dependiendo de la canción. El teclado combinaba efectos, sintetizadores y solos muy articulados a lo largo de todo el setlist. El bajo guiaba a los músicos rítmica y armónicamente. La guitarra, a través del pedal, cambiaba efectos para ambientar los temas; además intercambiaba la guitarra eléctrica y la electroacústica con Mery. La artista principal utilizaba diversos instrumentos (efectos vocales a través del teclado, distintas técnicas en la guitarra o una pandereta). Esta dinámica, además de los instrumentos, estaba propuesta por las letras de las canciones. Se combinaban temas en español con otros en inglés o incluso mixtos.
El disco está repleto de fusiones de géneros o estilos musicales. El R & B lidera la mayoría de canciones. Hay momentos en los que el ritmo, la técnica vocal de Mery o la manera de interpretar los instrumentos recoge momentos de jazz, de soul o incluso pop. En la voz de Mery Sanz observamos esta gran variedad estilística. Ella intercambia la técnica cantando mediante su voz aireada, la voz de pecho, la voz mixta, la de cabeza y las mezclas entre unas y otras combinadas con riffs y giros. Está capacidad vocal permite transmitir emoción y hacer que el espectador empatice con ella.
El escenario nunca permanecía quieto: unos subían y otros bajaban. El primero en subir fue el músico Antonio Niño. Él acompañó a la cantante al interpretar una canción de la artista Maro. Entre ellos dos existía una complicidad, era un diálogo entre dos guitarras al que se unía una voz. Mientras ellos dos interpretaban, el resto de instrumentos se encontraban fuera del escenario para dar un momento de luz a los dos intérpretes. La otra artista invitada era Adriana Proenza, esta colaboración fue completamente diferente a la anterior. Ella subió al escenario donde se encontraban todos los músicos. Adriana cantó a dúo con Mery “Volver”. Juntas mostraron su gran técnica vocal a través de sus giros vocales. Las dos disponen de un buen control de aire y de voz, tienen mucha agilidad vocal. Además de las colaboraciones, Mery Sanz bajó del escenario dos veces. Una para cantar junto a la guitarrista, entre un círculo creado por el público. La segunda vez que la cantante abandonó el escenario era en la parte instrumental de un tema en el que ella no cantaba, se apartó para que el público direccionara la mirada y la escucha atenta sólo en los instrumentos.

Mery Sanz ha creado temas de R & B o de jazz de una forma innovadora. Ha apostado por creer en esta música porque defiende como es ella. Ha fusionado géneros e idiomas traduciéndose en vivencias, experiencias y pensamientos que hilan su adolescencia con su etapa como adulta.