The Kiss: Albert Marquès y Rachel Therrien

El pianista catalán Albert Marqués lanza junto a la trompetista canadiense Rachel Therrien dos volúmenes con música improvisada y standards, que certifican la solidez en la interacción entre ambos y su talento para abordar diferentes lenguajes. Marqués es autor del notable libro El jazz en el corredor de la muerte, que rescata la historia de un afroamericano injustamente condenado a muerte en los Estados Unidos.

Texto: Eduardo de Simone

@eduardodesimone

Un dúo atrapante entre la vanguardia y los clásicos

En las últimas semanas han circulado diferentes discos de dúos especialmente calificados, algunos de ellos entre piano y trompeta, como el notable álbum que editaron la pianista Sylvie Courvoisier y el trompetista Wadada Leo Smith.

En una senda similar, el pianista catalán Albert Marqués, residente en Brooklyn y muy activo allí, se apresta a lanzar su nuevo trabajo en dúo con la trompetista canadiense Rachel Therrien, un álbum doble titulado Dialogue, que navega entre la improvisación y la composición, con un set de interacción libre y otro vinculado a los standards.

El resultado es atrapante, desde el primer ataque del espacio improvisado. Ambos músicos se nutren de la vanguardia cimentada por los grandes del género. Marqués despliega unas líneas flotantes alternadas con pasajes más aguerridos, insinuando ecos de pianistas improvisadores como Agustí Fernández o Kris Davis.

En sus standards también hace gala de influencias más clásicas, entre ellas Hancock, McCoy Tyner y hasta Chick Corea. Rachel Therrien está familiarizada con el latin jazz por haber vivido un tiempo en Cuba, pero su fuerte es la improvisación y se advierte en esta grabación. Entregar y dar en un diálogo musical sería su lema.

“La improvisación es nuestra forma de componer juntos en tiempo real”, dice Marquès. “Cada tema es una historia que no sabíamos que íbamos a contar hasta que empezamos a tocar”, enfatiza.

Este proyecto trata sobre la libertad y la conexión”, añade Therrien. “Es lo que ocurre cuando dos personas que han tocado juntas durante años finalmente deciden grabar lo que se han estado diciendo musicalmente todo este tiempo”.

Albert Marqués dio el zarpazo al publicar el libro El jazz suena en el corredor de la muerte, editado por Crítica, donde recoge la historia de  Keith LaMar, un afroamericano confinado en una prisión de Ohio, que ha logrado mantenerse cuerdo a lo largo de más de 30 años escuchando jazz e intentando entender por qué la justicia estadounidense se ensañó con él. Acusado sin pruebas materiales y después de que los fiscales ocultaran testimonios que lo exoneraban, un tribunal formado exclusivamente por blancos lo condenó a la pena capital por cinco asesinatos ocurridos durante un motín carcelario en Lucasville, en 1993. Desde entonces, ha luchado por demostrar que es inocente.

En mitad de la pandemia del covid-19 y el movimiento Black Lives Matter, Albert Marquès conoció su historia y tras meses de amistad y colaboración crearon juntos el disco Freedom first, al que ha seguido una serie de conciertos en América y Europa en los que el propio LaMar interviene por vía telefónica recitando sus escritos.

El proyecto Freedom First derivó en un disco en vivo que acaba de ver la luz en vinilo en Europa, editado por Say it Loud. Se trata de Live from Death Row, grabado en 2023, con una orquesta de músicos de alto vuelo dirigida por Marqués, a la que Keith LaMar se unió por teléfono desde la prisión, encajado entre el inodoro y una pared para mantener la señal, que en cualquier momento se cortaba. El álbum es un grito en demanda de justicia y libertad, procurando crear conciencia sobre este caso emblemático. LaMar será ejecutado el 13 de enero de 2027, a menos que la movilización social en su favor logre impedirlo.

Luego de una carrera intensa en Barcelona, Marqués partió a París, donde tocó con destacados músicos locales. Posteriormente, con 25 años, se mudó a Nueva York, sin conocer a nadie, para tocar jazz. Tras un año y medio trabajando de camarero y asistiendo a sesiones de improvisación todas las noches, conoció a su mentor Arturo O’Farrill, quien le regaló su propio piano de media cola. Además de su influencia y apoyo musical, O’Farrill lo contrató para dar clases en su organización, la Afro Latin Jazz Alliance, una organización sin fines de lucro que imparte clases gratuitas de jazz latino en las escuelas públicas más desfavorecidas de Nueva York. Albert también toca y colabora con sus hijos, Adam y Zack O’Farrill.

Allí asentó su carrera y se convirtió en uno de los referentes del jazz de Nueva York. Este nuevo disco que grabó en dúo con Rachel Therrien se editará en dos secuencias sucesivas. En noviembre se lanzará el volumen uno, con el diálogo improvisado como eje y luego llegará el turno del volumen dos, con el abordaje de standards. Ambas novedades para escuchar con atención.

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