The Roots en Noches del Botánico

El martes 1 de julio se reunieron en las Noches del Botánico, cita imprescindible para soportar el verano madrileño, un conjunto variopinto de personas. Desde amantes del jazz rondando los 50 hasta veinteañeros enamorados del hip-hop y las músicas urbanas. Y es que The Roots es un coctel revolucionario de energía inagotable que va marcando generaciones sin mayor esfuerzo que el de ser ellos mismos.

Texto: Violeta Salvador

@violeta_savior

Fotos: Daniel García

@dgbruno

Tras casi 40 años de trayectoria, ni su música ni sus músicos parecen acusar el paso del tiempo. Desde que la banda empezó en el 87 en los entresijos suburbanos de Philadelphia hasta hoy han tenido la oportunidad de consolidarse como una de las bandas de hip-hop más interesante de todos los tiempos, con un directo apabullante que no hace más que coronarlos en lo más alto. Ya nos lo decía la Rolling Stones. Y la tormenta explotó a ritmo de Second Line.

El concierto fue, a la vez, una lección magistral de música negra y un constante fluir de temas sin más descanso que el que requiere una respiración. A modo de DJ Set, se sucedía la música en formato medley mezclando géneros como el R&B, el funk, el jazz y el soul. Comenzaron con «ECK y Respond/React», con mucho regusto a old school en acústico y a sus inicios. De la banda original, nos queda el magnífico Ahmir «Questlove» Thompson, sostén rítmico inquebrantable, considerado uno de los mejores baterías de todos los tiempos con una forma de tocar más que inconfundible; y Tarik «Black Thought» Trotter, vocalista incansable, con su labia rabiosa y certera tan característica, aún con el don de la palabra y la oportunidad.

Siguieron con este aire a los 90 con «Proceed», «Distortion to Static» y «Think Twice / Lookin’ at the Front Door», sumando fuerza a la ya creciente masa de personas que iban añadiendo gritos a cada golpe de voz. Allí arriba, el dream team rítmico tocaba los temas como si fueran nuevos, permitiendo a los vientos, Ian Hendrickson-Smith al saxofón y Dave Guy a la trompeta, que surcaran el vendaval creciente con unos solos del más alto nivel.

Progresivamente dejando atrás el aire más hiphopero de los 90, empezamos a oler que se va cocinando el R&B con «Step into the Realm» y «What they Do». Los acompañamientos melódicos de James Poyser y Kamal Gray a los teclados resurgen entre la rítmica más pura, sin perder un ápice de groove y manteniendo la energía, pero permitiendo más espacio para el lirismo. Así, poco a poco los solos van derivando a una onda más cercana al funk y al jazz, con los temas que homenajean a James Brown: «The Next Movement» y «Dynamite!». Pero The Roots no ha pasado a la historia solamente por su pulcritud musical ni el flow desmesurado de sus integrantes. Se mantienen en el podio de los directos gracias a sus frontmen, los grandísimos Captain Kirk Douglas a la guitarra y voz, Damon “Tuba Gooding Jr.” Bryson al sousafón y, sustituyendo a uno de los alma mater del proyecto, Mark Kelley, pero (lo siento, Mark) sin echarle demasiado de menos, Thaddaeus Tribbett al bajo.

Lo que hacen The Roots en un escenario no es solo un concierto, no en vano Questlove tiene en su mochila de logros y aciertos casi una decena de libros de su puño y letra, premios que oscilan entre el Grammy y el Oscar, un documental interesantísimo llamado Summer of Soul», y un sinfín de otras anécdotas que no parecen tener cabida en una misma vida. Por ello, la música de The Roots está plagada de referencias, citas musicales que van desde Funky Drummer o My Favorite Things hasta Immigrant Song y Seven Nation Army.

El concierto degenera en una fiesta salvaje que ruge de entre las entrañas de un público voraz. «The Love of My Life», «Stay Cool» y «Clones», después «Change (Makes You Want to Hustle)» y «Web / Dance Girl»; hasta llegar a la apoteosis en «Here I Come» y «Gimme Some More».

Los músicos extasiados alargaban sus solos hasta la extenuación, entre vítores del público y un clímax compartido. Por si alguno lo dudaba, Questlove y Stro Elliot al Finger Drumming y el sampleo demostraron en un abrumador solo compartido que la percusión electrónica está a la altura de la acústica. Eso sí, solo con el nivelón que tiene Stro Elliot y un beat así de preciso.

Como colofón, disfrutamos de la maravillosa voz del guitarrista Captain Kirk interpretando el tema «You Got Me». Demostrando que, aunque bien podría hacerse una banda él solo, juntos son mucho más, y el resultado fue tremendamente conmovedor.

Con un cielo a punto de estallar, y un público derrochando la poca energía que le queda, suena «The Seed (2.0)». The Roots sabe muy bien cómo terminar un concierto, y nos dieron lo que queríamos en forma de nuevo medley con «Move On Up» y «Apache». Y, tras la tormenta de The Roots, empezó a llover. Poniendo punto final a uno de los mejores directos del hip-hop internacional.

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