Sello: Clean Feed
La música de Jason Roebke es cruda y sólida. Representa una especie de musique vérité, particular del espíritu de su Chicago natal, que abarca amplificadores crepitantes y portazos en el legendario club Hungry Brain, donde, de hecho, se grabó, en 2014, este álbum en vivo.
No es de extrañar que, por tanto, en Every Sunday, el bajo se ponga al servicio del trío que componen el propio Roebke, Matthew Schneider (guitarra) y Marcus Evans (batería), en lugar de ser la voz principal.
Recordando el trabajo de su profesor de composición Roscoe Mitchell, el trío escoge los momentos perfectos para pausarse y deslizarse, un jazz que se entrega a la libre improvisación.
Roebke lleva su bajo dentro y fuera del centro de atención, siempre al servicio de la música.
Schneider, por su parte, deconstruye bellas melodías con su guitarra hasta que se vuelven totalmente abstractas.
Y Evans pasa del swing miss-one-beat de la era post-bop a texturas desconcertantes.