Recuperamos, para la sección de «Hemeroteca» de la web, esta doble reseña publicada en el primer número de la revista de Más Jazz en papel en 1998
Redescubrimos alguno de los discos más destacados de la época
Por Javier de Cambra
En el rock, los bateristas tienen fama de ser los más brutos de la banda; en el jazz, de ser los más inteligentes. A cualquiera Elvin Jones puede parecerle una fuerza desencadenada, pero cuando Tony Williams hablaba de él, hablaba de su inteligencia. Capacidad física, pero es un gran coco lo que maneja las baquetas. Así podemos ratificarlo en dos recientes entregas con bateristas en la posición de líder: Joey Baron y Bill Brufford. Ambos son autores integrales (o casi) del temario, ambos se asignan un único solo a lo largo del CD y ambos han sabido elegir una compañía ejemplar.
Hemos podido ver ya a Joey Baron en alguna ocasión como acompañante, pero en este disco, Down home, se muestra como un líder más que eficaz. En primer lugar, la opción de banda. Completa la rítmica con el guitarrista Bill Frissell, un hombre de múltiples registros y siempre con ese punto alucinante, y el contrabajista Ron Carter, el mejor anclaje para un grupo. En el front line, el saxo alto Arthur Blythe, el hombre que en su día tal vez encontró un reconocimiento apresurado para pasar luego a un injusto semiolvido.
Tal vez hoy merezca el aplauso más que antes: una belleza de sonido en el alto, entre Cannonball Adderley y Henry Threadgill. El temario de Baron se mueve en onda hard bop, a veces más funky y también cultivador valioso de la balada. Un disco que funciona de principio a fin, con dos piezas de un minuto como talismán de su renuncia a la verborrea. Hombre de los tambores en grupos como Yes, Genesis, Gong y, sobre todo, King Crimson, Bill Brufford ya había sorprendido al mundo del jazz con la creación del grupo Earthworks, con Django Bates como tecladista. En esta nueva aventura también sabe elegir la compañía: Ralph Towner y Eddie Gómez. El multiinstrumentalismo de Towner -guitarras, piano y teclados- hace de este trío, varios tríos, diferentes capacidades expresivas que Brufford, Towner y el contrabajo de Eddie Gómez no cesan de explotar. A veces, atmósfera Oregon, combativo trío de piano en ocasiones, la música de Brufford no cesa de comunicar que hay fuego en el hogar, que se está bien en casa oyendo discos como este.
