Por Miguel Valenciano.
El excepcional violinista Eduardo Coma, nacido en Camagüey (Cuba) y residente En A Coruña, repasa su biografía musical en este juego de palabras que es Violingrafía, su nuevo disco editado por CudBe Music. El virtuosismo de este artista no pasa por la exhibición técnica, sino que ésta va implícita en su capacidad expresiva. A través de las cuatro cuerdas de su violín, Coma nos invita a un paseo por sus recuerdos musicales, a lo largo de 10 cortes, ocho de los cuáles son composiciones propias. Los dos restantes son autoría de Orestes Urfé (Martica) y Jorge González Allué (amorosa Guajira).
Cada uno de los temas que componen esta elegante obra nos evoca lugares y emociones diferentes, desde el halo melancólico del adulto que recapitula y reinterpreta lo vivido y escuchado, hasta la inocencia y frescura de un niño que entona canciones de su infancia. En esta amalgama de colores conviven la elocuencia, llena de matices, del violín de Eduardo, con la acertadísima instrumentación y colaboraciones del disco, de altísimo nivel: Paquito D’Rivera, Pepe Rivero, Dany Noel, Noelio Rey, Tony González, Christian Delgado, Miguel Cabana, Sergio Delgado, Raymond Arteaga, Gabriel Tanasescu.
En tan buena compañía, el folclore cubano se cubre de morriña o saudade, como quieran llamarlo, y dejes flamencos, regalando un álbum necesario. No sólo se agradece poder disfrutar de un instrumento solista como el violín, poco protagonista en contextos como el jazz y la música latina actual (salvo en contadas ocasiones), sino también el nivel con el que Coma lo presenta, tanto como solista como en labores de producción y composición. El resultado es una excelente revisión de los géneros que han acunado a generaciones enteras de afrocaribeños, como el Son, Cha cha chá, Guaguancó, etc., desde un prisma respetuoso con la música tradicional, sin renunciar a desarrollar una retórica propia, personalísima.
