Julio Martí, director artístico del Festival Noches del Botánico.

«Lo que marca es que en el centro de la ciudad puedes vivir una experiencia así, al aire libre, en contacto con la naturaleza».

Por Miguel Valenciano.

El festival Noches del Botánico ha alcanzado, en tan sólo 4 ediciones, un estatus y reconocimiento importantes, habiendo sido galardonado con varios premios, incluyendo el de mejor festival de formato pequeño en los premios Fest, así como el reconocimiento a su labor de comunicación y sostenibilidad en los Iberian Festival Awards. Desentrañamos las claves de un festival de referencia con su Director Artístico, Luis Martí.

¿Qué pilares sostienen un proyecto tan ambicioso como este?

Lo sostiene el trabajo de las tres empresas vinculadas al proyecto: Serious Fan Music, Planet Event y Icon Music. Y, por supuesto, la Universidad Complutense de Madrid, el Jardín Botánico y todo su equipo encabezado por Juan Carlos, que ayudan a realizar el evento en tan extraordinario sitio.

¿Cuál creéis que es el factor diferencial que ha posicionado a Noches del Botánico de manera casi inmediata?

La guasa está en la programación, ecléctica, culturalmente ambiciosa, que cubre transversalmente todo tipo de edades y géneros, en una simbiosis perfecta con el Jardín Botánico. Lo que marca es que en el centro de la ciudad puedes vivir una experiencia así, al aire libre, en contacto con la naturaleza. Ese es nuestro leit motiv.

Su consideración,  el año pasado, como mejor festival de formato pequeño, puede resultar engañoso, ya que tanto el número de artistas como de asistentes es considerable. ¿qué cifras de asistencia alcanzaron en la pasada edición? ¿Por qué esa categoría de “formato pequeño”, cuáles son los baremos?

Se habla de formato pequeño por la cantidad de personas que entran en un sólo día. Mientras que algunos festivales tienen capacidad para 15.000 o 20.000 personas, nosotros metemos un máximo de 3.500 diarias. Pero estas cifras pueden resultar engañosas, ya que el año pasado el total estuvo entorno a los 70.000 espectadores.  Estamos convencidos de que este año vamos a superar esa cifra.

El eclecticismo es patente, ya que la programación reúne a artistas de jazz, pop, reggae, folclore… ¿Cuáles son los criterios para diseñar el line-up?

El criterio es traer músicos de calidad que puedan actuar en este escenario solos. Hay músicos muy buenos que eligen tocar en festivales donde son uno más. Nosotros trabajamos con artistas que están cómodos siendo cabeza de cartel. Nos gusta que también acompañe un grupo invitado, además de los artistas programados en el escenario Alhambra, para que la experiencia no se limite a la estrella de la noche, que se pueda gozar de otras propuestas que también consideramos de alto nivel.

Ha habido auténticas leyendas sobre el escenario de Noches del Botánico. ¿Cómo es la relación profesional con artistas que “ya lo han hecho todo” en sus carreras? ¿Difiere mucho de aquellos que, aun siendo de una calidad indudable, aún no tienen tal magnitud?

Realmente depende de la personalidad de cada artista. He de decir que los más grandes siguen siendo los más humildes. Cuando un artista es excepcional, él sabe de la fortuna que tiene, por tener ese talento. Saben del valor de su talento pero también se ven como seres humanos normales en cualquier otro aspecto de la vida. Esto choca con los divos que existen casi en cualquier profesión. Divos hay en todas partes y son los menos.

Hay una relación de confianza, de continuidad. A pesar de haberlo hecho todo en sus carreras, siguen trabajando, con o sin nueva producción discográfica.

¿Qué papel juega el jazz dentro del festival?

Muy importante. Yo, como director artístico del festival, soy un enamorado del jazz. Puedo asegurar que nuestro festival tiene dentro un festival de jazz.

Estamos viviendo un proceso de cambio, recorriendo despacio un camino hacia la igualdad en todos los campos. Algunos festivales ya están ofreciendo programas con paridad en la programación de artistas masculinos y femeninos. En Noches del Botánico no se alcanza ese 50%, pero sí se le acerca mucho. ¿Es esta una decisión consciente y comprometida con el feminismo, una consecuencia de la propia calidad de los/las artistas, o ambas?

Es una decisión consciente, pero de forma natural. Yo nunca me he visto en la situación de tener que dar ningún tipo de explicación, entre otras cosas porque vengo de un matriarcado. Quiero decir, que me siento feminista de raíz, sin tener la necesidad de demostrarlo. Hay muchas más artistas que me gustaría traer, y cuesta. Adoro a multitud de artistas que no he tenido la posibilidad de conocer y que estoy deseando traer al Botánico, llámese Alanis Morissette,  Johnny Mitchel o Fionna Apple. Son innumeables.

Siendo que el programa de este año alberga a numerosas figuras, ¿qué platos fuertes nos esperan?

Ya que habéis preguntado por el jazz, podéis ver el listado impresionante de este año, con Chick Corea, y My Spanish Heart junto a Paco de Lucía Project, Tomatito y George Benson, Melody Gardot y José James…  Os puedo recomendar el día de Jane Birkin, cuando sonará también el concierto de Aranjuez. Os puedo recomendar Java Notes, Juanes… básicamente estamos muy orgullosos de lo que hemos programado, que podéis encontrar en :

https://www.nochesdelbotanico.com/

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