Entrevista con Madrid en Vivo: JAZZ CON SABOR A CLUB

Texto: Adrián Besada

@besagartha

Fotos cedidas por Madrid en Vivo

 

Programación completa y compra de entradas en la web de MADRID EN VIVO.

El mes de noviembre ha trascendido la escena jazzística madrileña, la ha llenado de música -y qué música- y ha consolidado el festival JazzMadrid con una programación tan ecléctica como descentralizada, penetrando teatros, clubs y salas de todo tipo. El festival cuenta, asimismo, con potentes aliados para poder cimentar esta infraestructura, que es posible gracias a plataformas como Madrid en Vivo, que se ha convertido en un de los grandes promotores de la actividad musical madrileña, haciendo especial hincapié en el jazz y tejiendo una red de música en directo que pone en contacto a muchos clubs y salas madrileñas, solidificando y consolidando la oferta musical de la ciudad.

Con motivo de su último ciclo, JAZZ CON SABOR A CLUB, que se está llevando a cabo durante este mes, el equipo de Madrid en Vivo atiende a Más Jazz Magazine para conocer un poco más de su actividad, filosofía y proyectos:

No es raro ver la marca de Madrid en Vivo en muchos de los eventos que hay en la capital, pero, ¿qué es exactamente Madrid en Vivo?

Madrid en Vivo es la asociación de salas de conciertos de Madrid. Damos soporte y representamos a más de 60 salas, tablaos y teatros musicales. En la práctica, además de nuestra evidente labor asociativa, funcionamos, a través de nuestra web, como la agenda de conciertos más completa de Madrid, donde también ofrecemos noticias sobre la actividad de las salas y diferente contenido como entrevistas con los artistas o el podcast de MEV. En definitiva, damos al público la oportunidad de acercarse a la completísima programación de las salas a través de una sola página web.

¿Cuál es la filosofía artística o cultural que hay detrás de la plataforma asociación?

Nuestra filosofía es poner todo el trabajo y nuestros recursos al servicio de las salas, y continuar sosteniendo y alimentando la escena musical desde nuestra posición. El continuo latido de la música en vivo está en las salas, son el corazón musical de Madrid. No es una oferta estacional como la de los festivales de verano. Eso nos permite desarrollar ciclos como Jazz Con Sabor a Club, Mujeres en Vivo, Radar Joven, el International Jazz Day, Patronas o Sonido Madrid en Vivo durante todo el año, que sirven para impulsar y potenciar la programación de nuestras salas, con un enfoque determinado.

Mucha de vuestra actividad está enfocada al jazz, pero un proyecto como Jazz Con Sabor a Club es realmente ambicioso, ¿cómo surge la idea?

Fue el primer proyecto formal de Madrid en Vivo (La Noche en Vivo por aquel entonces). De alguna manera, se instauró y se constató la prioridad de la asociación respecto a las músicas minoritarias como el jazz, que vivía un momento especialmente complicado en esa época. Los clubes y los artistas de jazz, apenas tenían demanda, y la poca que había la acaparaba el Festival de Jazz de Madrid. Había que sacar la cabeza y hacerse notar, demostrar que existía una programación paralela de calidad en las salas. Esa fue la génesis de Jazz Con Sabor a Club, hace ya más de 15 años. Desde luego, el tiempo ha demostrado que fue una gran iniciativa, y que debemos generar alianzas entre instituciones, asociaciones y marcas para poner a estas músicas en el lugar que merecen.

¿Qué valoración haríais sobre la actividad de jazz nacional en general y de Madrid en particular?

Madrid cuenta con una nutridísima escena de jazz. Actualmente se concentran distintas generaciones de músicos, desde los más veteranos que llevan más de 40 años sobre los escenarios, hasta los más jóvenes que están terminando de formarse, pero desbordan talento. A estos hay que sumar músicos que han salido de países como Cuba, Argentina o Venezuela, muy experimentados, que se han afincado en Madrid y desarrollan su carrera aquí. Sin olvidarnos de los flamencos que tienen querencia por el jazz. Todo esto es precisamente lo que mostramos con Jazz Con Sabor a Club durante todo el mes de noviembre. No es casualidad que podamos ofrecer una programación con más de 50 conciertos en 20 salas. El panorama es de lo más interesante, y el público así lo valora.

¿Creéis que es un buen momento para el jazz y la música en general?

El jazz es una música mutante y muy permeable. Hace ya más de un siglo que se asentó como estilo, y el jazz que se hacía entonces puede no tener prácticamente nada que ver con algunos proyectos de jazz contemporáneos. Eso habla de su valor musical y de la personalidad de esta música. Podríamos establecer incluso una comparación con el cine, de longevidad similar. Y mientras que en el cine vivimos una época de remakes y consumo rápido, el jazz se mantiene vigente como un crisol sonoro que requiere ser escuchado, no necesariamente con conocimiento, pero si con interés.

¿Qué creéis que llama más la atención del jazz?

Precisamente ese abanico prácticamente infinito de musicalidad que ofrece. Desde la elegancia del swing hasta el aparente alboroto del free jazz, pasando por una infinidad de estilos intermedios. Hay un tipo de jazz para cada persona o para cada momento vital. Además, el saber hacer de los músicos, su personalidad y sus capacidades hace muy difícil que no te cautive.

¿Creéis que el jazz genera la suficiente expectación como para mantener la intensidad de música en vivo que se está viviendo actualmente?

El jazz, en vivo, camina sobre la improvisación. Puedes ver dos pases seguidos de la misma banda o el mismo solista, y no va a ser el mismo concierto. El público lo sabe y conoce las salas. Las salas de Madrid en Vivo que focalizan su programación al jazz tienen un estándar de calidad muy alto: Big Mama Ballroom, Café Berlín, Café Central, El Despertar, El Intruso, Moe, Tempo Audiophile Club, Villanos…son salas a las que cuando acudes a ver jazz, sabes que vas a ver músicos excelentes sobre el escenario. Mientras haya calidad que ofrecer, habrá suficiente expectación.

Entiendo que la idea de este ciclo tiene un poco que ver con descentralizar y diluir esa idea del “formato festival”, aunque estáis dentro del programa del Festival de Jazz de Madrid, ¿cómo es eso?

Organizamos el ciclo Jazz Con Sabor a Club como una iniciativa asociativa dentro del Festival de Jazz de Madrid, que es una iniciativa pública. La intención realmente es, durante todo el mes de noviembre, poner el foco en que el jazz es algo propio de las salas y de su programación habitual. Concentramos en un solo mes más de 50 conciertos en 20 salas como muestra de la gran agenda de jazz que ofrecen durante todo el año. De esta manera, invitamos al público a paladear este “jazz con sabor a club” cada mes de noviembre, para que ya no puedan dejar de probarlo durante el resto del año.

¿Creéis que el hábitat natural del jazz son los clubs?

Lo demuestra su historia. El jazz se ha desarrollado en las salas y sus músicos más históricos se han formado en ellas. Ahora existen enseñanzas regladas de jazz, pero es algo relativamente reciente.  Históricamente los músicos de jazz se han formado tocando en clubes y salas, y aprendiendo así unos de otros. Incluso muchas fases de evolución del jazz podrían atribuirse al entorno de las salas y los clubes, y el caldo de cultivo generado en ellas. Esto sigue sucediendo a día de hoy, y es un privilegio poder ser testigos de ello yendo a los conciertos de las salas, con una cercanía público-artista incomparable a cualquier otra experiencia.

¿Cuáles son las principales dificultades al plantear ciclos como este?

El resultado merece tanto la pena que ya habíamos olvidado las dificultades. Pero si las hay, desde luego. Históricamente la cultura y el arte se han incentivado a base de mecenazgos. Hoy en día, los patrocinios y el respaldo económico son escasos, en ocasiones nulos. De esta forma es muy complicado mejorar las condiciones y llevar los proyectos a otro nivel, en un contexto en el que las marcas solo apuestan por la música comercial y un nicho de público muy concreto. Nuestros ciclos terminan siendo una apuesta que se saca adelante gracias a un esfuerzo superlativo por parte de Madrid en Vivo, y la implicación asociativa de nuestras salas, a las que también les debemos una selección equilibrada de la programación, tarea que no siempre es sencilla.

¿Este ciclo se trata de algo circunstancial o seguiréis apostando por este formato en el futuro?

En Madrid en Vivo tratamos de que nada sea circunstancial y apostamos porque todas nuestras iniciativas se establezcan de forma permanente, dado que la actividad de nuestras salas es permanente. Jazz Con Sabor a Club es una buena prueba de ello. Es un ciclo que tiene más de 15 años de recorrido, que ha crecido mucho con los años, tanto en cantidad de salas participantes, como en la calidad y variedad de la oferta, y seguiremos apostando por él en el futuro. Mientras en Madrid haya salas de jazz, habrá Jazz Con Sabor a Club cada noviembre.

¿Hay alguna cosa de la que no hayamos hablado que te gustaría que la gente supiera?

Es un buen momento para explicar la foto que hay en la imagen que encabeza esta entrevista. Es La Foto del Jazz de Madrid. Una iniciativa que llevamos a cabo en 2019, congregando a artistas ilustres y responsables de salas que han dedicado y siguen dedicando su vida al jazz. Un homenaje al sector con la clara referencia a aquella mítica foto Harlem 1958. La instantánea, inmortalizada por el fotógrafo Juanlu Vela, transmite ese sentido de cercanía y familiaridad que tan presente tenemos en las salas, y por ello, con motivo del quinto aniversario, estamos ideando una celebración especial en el próximo International Jazz Day.

¡Comparte tus comentarios!

Deja un comentario