Concierto en Centro Cultural Conde Duque (14/11/2018)
Por Jaime Bajo. Fotografías de Jaime Massieu (JazzMadrid)
VERSATILIDAD
La actuación comienza con Sad and happy blues, una canción de innegable componente groovie que, por momentos, se torna en un funk con el que Kinga tiene a bien deleitarse con su bajo, en uno de esos momentos en los que se siente su liderazgo en un proyecto -su trío- que, pese a llevar su nombre, es muy equitativo en el reparto de tareas y responsabilidades. Mediada su actuación ataca otra composición propia, Simple blues, con una aproximación bastante distinta, mucho más cercana al blues eléctrico de formaciones blancas como Fleetwood Mac o The Yardbirds, de su inspirador Eric Clapton. Esta amplitud de registros demuestra la apertura mental con la que Kinga se aproxima a la música, sin etiquetas.
ESPIRITUALIDAD
GENEROSIDAD
La generosidad puede ser un valor positivo o negativo, en función del uso que de ella se haga. Cierto es que Kinga, pese a su bagaje con Glyk PIK Trio o sus tres álbumes en solitario, aún se encuentra en los primeros estadios de su carrera, pero debe entender que el público que acude a su actuación quiere disfrutar de ella, de su particular modo de decir y transmitir. En este sentido, el solo de batería de su progenitor Irek Glyk al comienzo de la tercera pieza del repertorio, New, pese a su precisión -muy aplaudida por el público, dicho sea de paso-, quizás fue más allá de lo que se espera de un músico acompañante, terminando por eclipsar el protagonismo de la solista. Aprenderlo forma parte del proceso.
SOLIDARIDAD
RESPETO
Kinga no tiene reparos en mostrar sus ascendentes musicales y familiares a lo largo de sus actuaciones, reflejando así el respeto que siente por el que es su mentor, manager, progenitor y músico acompañante -el mencionado Irek Glyk- y por Eric Clapton, a quien reserva un momento muy especial en sus actuaciones: el bis. Un bis en el que Tears in heaven -coescrita por Eric Clapton y Will Jennings para honrar al hijo del primero, fallecido prematuramente- quedó algo deslucida, por unos problemas de sonido que solo se manifestaron al finalizar la velada, obligándola a detenerse, y que en nada empañan el global de su actuación o la buena labor llevada a cabo por el técnico de sonido.