Raúl Midón el ritmo en un solo hombre

Texto de Alicia Población / Fotografías de Mateo Lona #villanosdeljazz

El cantante, guitarrista y compositor estadounidense Raúl Midón actuó el pasado 25 de octubre en el Teatro Pavón dentro del ciclo de conciertos que se enmarcaban este año en el festival Villanos del jazz.

El músico salió a un escenario tenuemente iluminado acompañado amablemente de uno de los técnicos del teatro. Empezó sonando el mítico “I love the afternoon” tema que se encuentra ubicado en su álbum The mirror (2020) que entusiasmaría a cualquiera que ame la música brasileña ya que la pieza se presenta como una bossa nova en siete por ocho.

Tras romper el hielo, sonó “Pedal to the Metal” del álbum Bad Ass and Blind (2017), un tema mucho más groovy, en el que el músico nos hizo sentir la tierra y era inevitable seguir el beat con alguna extremidad del cuerpo. Si hablamos de los solos que nos regaló Midón a la guitarra debemos destacar el increíble sentido rítmico que posee el músico. Especialmente en los solos de rasgueo, más que en los melódicos, las ideas musicales salían de sus manos de forma tan natural que pareciera que el guitarrista hablara un lenguaje materno.

Por supuesto no faltó el temazo “Sunshine”, del álbum State of mind (2005). Raúl Midón es capaz de tocar los bongos que tenía a su izquierda con la mano derecha, seguir un bajo golpeando las cuerdas de la guitarra con su izquierda y marcarse un solo imitando a una trompeta con la boca. Eso ya es para no parar de aplaudir, pero es que además el músico compuso un tema precioso: Every day I wonder why / Peace on earth’s so hard to find / Real peace begins inside / In our hearts and in our minds / Hearts and minds begin to see / That one and all means you and me and what we know can set us free / Rearrange reality”.

Hacer un concierto de una hora y media un solo músico no es fácil. Raúl tenía sus trucos. Dispuso un escenario dividido en tres ambientes. En el medio los bongos, un micro y la guitarra, para sus temas más cañeros. En el lado izquierdo del escenario un piano de cola, donde interpretó un sencillo tema dulce y delicado, “Listen to the rain”. A la derecha un sillón donde tocaría sus temas más blues, las baladas, etc donde sonó por ejemplo, “Cold cuts and coffee”. Cuando llegó a este punto de intimidad nos contó el lanzamiento de su nuevo disco, en noviembre de este año. Un álbum para guitarra y dúos de guitarra en el que han colaborado numerosos artistas de talla internacional como Lionel Loueke entre otros.

Para cerrar el círculo volvió al punto central del escenario y terminó con temas como el que había compuesto en colaboración con su colega y amigo Bill Withers, que al parecer estaba muy insistente con la idea de componer una canción en español. Al final salió “Mi amigo cubano” del álbum Don’t Hesitate (2014), tras el que se escucharon varias carcajadas por el contexto previo en el que nos había situado el músico.

No faltaron los temas en español, que para terminar de tocar la fibra sensible fueron el de Atahualpa Yupanqui, “Los ejes de mi carreta” y el de “Alfonsina y el mar”, interpretados con una delicadeza deliciosa que nos dejó flotando.

La falta de visión no ha impedido a Raúl Midón desarrollar una carrera en el mundo de la música que le ha llevado lejos, hasta el punto de ser nominado a Grammy en dos ocasiones. En el concierto nos mostró un poco de todo: su lado amable, su lado cañero, su soul más puro, su español… fue un concierto que el público disfrutó y se notaba en el ambiente ameno y en la interacción constante de la audiencia.

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