Texto: Adrián Besada / Fotografías: Fon Cortizo.
El álbum “O camiño” de David Regueiro vio la luz este 2021 tras la presentación el pasado año de su disco “Areal”. Esta nueva propuesta se aleja de sus anteriores trabajos, centrados en el jazz manouche para dar paso a una música más melódica, abierta y con mucho swing. Los músicos que lo acompañaron en la grabación de las nueve pistas fueron Pablo Castaño en el saxo, Alfonso Calvo al contrabajo y Sergio González a la batería, además de Gloria Pavía en la voz en el sexto corte, “Mulher”, basado en un poema de Carballo Calero.
La propuesta es singular en su concepción, pues es un proyecto que parte de la fabricación de una guitarra hecha íntegramente con maderas gallegas por parte del luthier Carlos Sabrafén. El socio de este, Carlos Airas Cota, fue quien propuso a David Regueiro realizar una pequeña gira de diez conciertos en diferentes puntos del Camino de Santiago, a lo que posteriormente se sumaría la propuesta por parte de la Fundación Vicente Risco de grabar el álbum que aquí nos ocupa, para presentar esta guitarra bautizada como “Maruxa”.
El oyente que se adentre en el “camino” propuesto por Regueiro se dará cuenta de dos cosas. En primer lugar, que no es un disco programático, tal y como se ha presentado en algunos medios, no creo que exista un “puente entre la música tradicional y el jazz” y mucho menos un acercamiento a la música de raíz (he intentado buscar referencias en algunos diccionarios de musicología sobre este término tan de moda los últimos años y es muy difícil justificar su uso), pero creo que esto se debe más a una cuestión institucional y promocional que otra cosa. En segundo lugar, que es un disco formidable y lleno de sorpresas.
Más allá de estas cuestiones que poco o nada aportan a lo musical, lo que sí es asumible es el acercamiento personal del guitarrista a un entorno, inspiración o concepto a través del cual hila las diferentes composiciones, porque realmente existe un sonido e intención que sirve como eje a todo el álbum, dándole una cohesión que hace de este un auténtico viaje sonoro. Los temas beben del swing, el jazz manouche, el bebop e incluso de vertientes del jazz más actual, lo que hace que sea un disco ecléctico y sumamente interesante en muchos puntos. Es una música agradable al oido general y elaborada con mucho gusto, con melodías suaves y muy accesibles para cualquier público, sea seguidor del jazz o no. Las estructuras y armonías son reconocibles y la idea del compositor se escuadriña fácilmente a pesar de que los engranajes y recursos que aporta cada músico son de lo más jazzisticos y refinados.
Un disco agradable y entretenido que, además, sirve como carta de presentación para una nueva faceta compositiva más allá del jazz manouche de este guitarrista gallego.
Puedes escuchar y conseguir una copia de O Camiño pinchando en este enlace
