Texto y fotos: Daniel Gluckmann
Marcelo Rodríguez, Gillespi (con i) para la música, entra en la sala aún vacía de la sala Berlín y casi antes de presentarte ya te ha plantado dos besos y un abrazo. Así de expansivo es este músico argentino, también muy conocido en su país como entrevistador y showman de radio y televisión.
Se encuentra con su banda en el camerino donde reina una gran complicidad, anticipo de lo que será un concierto poderoso, lleno de sorpresas, invitados y el humor muy argentino que despliega Gillespi entre tema y tema, muy del estilo de los famosísimos Les Luthiers. Su concierto, fue toda una experiencia para un público entregado.
Antes del concierto recibe a MasJAZZ:
¿Hoy estamos con Marcelo Rodríguez o con Gillespie?
Lamentablemente, Gillespie. Te digo lamentablemente porque cuando a uno le ponen un apodo, nace una nueva persona dentro tuyo. Marcelo soy yo, digamos, el de mi barrio, el de mi pueblo, el de migente. Y Gillespie es como una cosa más armada, estructurada, prejuiciosa. Es más la imagen pública que allí en Argentina se amplificó por mis trabajos en la televisión.
Claro. Fueron pocos, pero en canales de muchísima audiencia y me hice famoso como humorista, como comediante y también como trompetista y músico. Pero todo eso distorsionó bastante lo que era mi vida hasta ese momento. La idea de ir a un supermercado y que te miren… Yo no lo esperaba ni lo había generado porque la realidad es que mi carrera es una sucesión de casualidades. La persona que es famosa de casualidad se hace un sinfín de preguntas. O sea, no te explicas por qué y es medio insólito lo que empieza a suceder.
¿La trompeta fue una casualidad también?
Sí, la trompeta también, yo iba a ser guitarrista. Esa era mi ilusión. También tocaba el piano, el bajo. Pero la trompeta cuando la escuché, dije… tiene un sonido que es más poderoso que los demás. Un timbre, una expresión… Yo he escuchado a los guitarristas tocar 500.000 cosas y con la trompeta no necesitas tocar mucho. Porque el instrumento primero es difícil pero luego tiene algo tímbrico que vibra en las personas de una manera distinta. Entonces no tienes que tocar el mismo cúmulo de notas que tocan el resto de los músicos.
Leí que buscabas sacarle a la trompeta un sonido más de madera que de metal. ¿Qué significa eso?
Yo siempre me sentí una oveja negra dentro del mundo de los trompetistas. Generalmente los trompetistas son personas con demasiada testosterona. No sé cómo explicarlo. Quieren apabullar al público, lo quieren arruinar. En los agudos están todas las competencias entre los trompetistas. Y a mí me gustó la trompeta en un modo cool. A mí siempre me ha gustado meter un terciopelo dentro de la trompeta como hacía Jerry González que fue mi ídolo. Una de las cosas que más me impresiona de este concierto de hoy es justamente que Jerry tocaba acá.
¿Qué vamos a ver hoy?
Lamentablemente, a mí. Bueno, afortunadamente… Lo lamento mucho (ríe). Me gustaría ofrecerte algo mejor. Pero también he de decirte que no sé qué vamos a escuchar. ¿Qué Gillespi van a ver ahora? Vamos a hacer buena parte de mis temas más “divertidos”. Y lo pongo entre comillas. Bueno, no tengo temas divertidos. Pero en virtud del plan, el tipo de lugar que vamos a estar, el horario que nos va a tocar, dejé de lado las cosas, las baladas y las cosas más apocadas energéticamente. Y vamos a hacer más lo que a mí también me gusta mucho, que es la música negra desde el punto de vista del Groove. La banda funciona bárbaro haciendo estos temas.
¿Qué aporta Sudamérica al jazz de hoy en día?
Yo ahí, en ese punto, me gustaría abrir un territorio nuevo. Argentina es el sitio de menos latín jazz de Sudamérica. No hay muchos percusionistas. El jazz que se hace en Argentina tiene relación con el tango.
Esa es la aportación nueva de Argentina al jazz. No hay tanta tumbadora ni cosas así. En Argentina es un jazz atravesado por la melancolía. Por ejemplo, lo que pasa es que en Argentina históricamente exterminaron a todos los negros. No es cosa menor. En Uruguay no, y hay muchísimos con una base de percusión muy fuerte, a partir del candombe y de otros ritmos afro-sudamericanos. Brasil ni hablar, etc. para arriba. Pero Argentina es un híbrido. Es raro.
También el rock argentino es diferente?
Si, tenemos una melancolía innata y en nuestro rock eso es distintivo. Tiene una cuota tanguera adentro. Vos cuando escuchás a Charly García, escuchás a Espinetta, a Fito Paez, Andrés Calamaro, etc.
No es el rock latino que hay en toda Sudamérica. Es un rock de sufrimiento y melancolía. No es un rock bailable…… es que está todo mal. Y eso yo creo que viene del tango. En los 80 y 90, Gillespi tocó en muchas históricas bandas de rock en Argentina como Sumo, Divididos y Las Pelotas, entre otros.
¿Y cómo fue que metiste la trompeta en ese mundo?
En realidad, tuve más actividad y más bolos, como dice acá, conciertos y proyectos dentro del mundo del rock que del jazz. Eso me puso en un lugar insólito porque para los jazzeros yo soy del rock y para los rockeros, soy del jazz. Pero ninguno de los dos me acepta plenamente. Entonces yo vivo en una especie de ajenidad, cosa que me gusta..
Con tu costumbre de arriesgar, ¿que vas a probar esta noche?
A que la suerte nos acompañe.
Ficha técnica.
- Gillespi: Trompeta.
- Toni Brunet: Guitarra
- Luca Frasca: Teclados
- Marcelo Fuentes: Bajo
- Coke Santos: Batería
- Artistas invitados: Guillermo Bazzola (Guitarra), Santi Cañadas (Trombón) y Marina Sorín (Phonofiddle, instrumento de cuerda con pabellón de viento)
Discografía:
- Holy Rood (2021)
- Gillepi on fire (2020)
- Desayuno en Ganímedes (2015)
- Eso pasó ayer (2010)
- Gillerama (2009)
- Es (2003)
- Superchatarraespéshal (2001)
- Ultradeforme (1998)
