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MARCELO PERALTA…UN MADRILEÑO MÁS

Marcelo Peralta - Fotografía: Ernesto Cortijo
Marcelo Peralta - Fotografía: Ernesto Cortijo

Texto: Jaime Bajo  / Fotografías: Ernesto Cortijo /José Horna

Fue su cómplice de múltiples correrías musicales, el guitarrista Guillermo Bazzola, quien hizo pública la noticia el pasado martes 10 de marzo a la hora del almuerzo a través de las redes sociales. “Lamento comunicar que hace un rato falleció Marcelo Peralta, amigo de casi toda una vida. Un gran músico y una persona inmensa. Todo aquel que haya tenido el privilegio de conocerlo, lo quiso y lo admiró. Marcelo fue uno de mis amigos más cercanos y añejos”.

La noticia fue dura de asimilar para todos aquellos que lo conocían. Letal para un creador que aún tenía tanto que transmitir. Demasiadas historias aún en su cabeza que materializar en canciones. Un serio varapalo para uno de los músicos que, sin gozar de la atención mediática de otros compañeros de profesión -su deceso suscitó quizá más artículos de los que motivó en vida, sin otro mérito que el de ser el primer músico víctima del coronavirus-, recorría y se expresaba con holgura en los escenarios jazzísticos de ese Madrid tan desconocido como apasionante de los locales de pequeño tamaño: El Junco, Café El Despertar, Café Berlín, El Círculo de Bellas Artes, los desaparecidos El Plaza o Bogui Jazz, las sempiternas salas Galileo Galilei y Clamores, o los ciclos de jazz programados en los distritos de Ciudad Lineal y Hortaleza, entre tantos otros.

Es precisamente en este último barrio de la periferia madrileña donde residía desde que aterrizara en la ciudad junto a su mujer e hijos, como recuerda la que ha sido su compañera sentimental en vida. “Soy Mariana Potenza y junto a mi marido, Marcelo Peralta, llegamos a Madrid un 29 de marzo de 1996 con dos de nuestros hijos, Naima y Ramiro, y una tercera hija, Luz, en camino. Este año se cumplirían 24 años de vivir en Hortaleza todos juntos. Una vida llena de alegrías, logros, anécdotas, amigas, estudios, trabajos…”. Hortaleza había sido testigo de la evolución de sus numerosos proyectos, actuando por última vez allí con ¡ZAS Trío! en noviembre de 2014.

¡ZAS Trío!, el proyecto que compartía desde 2009 con el contrabajista gallego Baldo Martínez y el omnipresente baterista madrileño Carlos “Sir Charles” González, era quizá donde se sentía más cómodo, con el desafío que representaba embarcarse en un proyecto que, partiendo de un jazz entendido más como trama que como género ante el que rendir cuentas, abría la mano al blues y a la tradición del folclore de su Argentina natal, con aportaciones compositivas de Marcelo como “El Vidalero” o “Madera latina”. “A Marcelo le gusta el free y la improvisación abierta”, reconocía su amigo Guillermo Bazzola en su carta de despedida.

Pero, aunque ¡ZAS Trío! fuera su proyecto musical más notorio en los últimos tiempos -dejó tras de sí sendos álbumes, “¡ZAS Trío!” (Karonte, 2013) y “Round about Amstrong” (Karonte, 2017)-, la carrera del saxofonista bonaerense provenía de lejos. Allá en su tierra natal se había formado como pianista y había logrado convertirse en profesor del instrumento con apenas 18 años en el Conservatorio de la Fundación Beethoven. Más tarde, y fruto de la casualidad, descubriría su pasión por el saxofón (barítono, alto y soprano, por orden de aparición en su vida), del que terminaría ejerciendo como maestro de jazz e improvisación en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla de Buenos Aires.

Zas Trío- Fotografía: José Horna
Zas Trío- Fotografía: José Horna

En paralelo a su trayectoria pedagógica, Marcelo se embarcó, junto al guitarrista Jorge Mancini y músicos cómplices como la saxofonista Mariana Potenza o el percusionista Víctor da Cunha, en proyectos como el Grupo de Improvisación Tercer Mundo -autores de un álbum, “Hilo de luz” (Melopea, 1987), producido por “el padre del rock argentino” Litto Nebbia, con quien también grabaría “Buscando en el bolsillo del alma” (Melopea, 1988) y quien lo recuerda con cariño, “Peralta era un músico muy completo y versátil. De pronto lo podías mandar al frente para que hiciera el motivo central de un motivo tipo de música de películas, y al tema siguiente rockeaba como el mejor”-, el cuarteto de saxofones Cuatro Vientos, el dúo de música folclórica junto al pianista Eduardo Lagos -con el disco “Escaleras de la comprensión” (Melopea, 1990) como legado- o Los Saxópatas, proyecto personal que le permitió recorrerse Argentina.

Mediados los 90, Marcelo sintió la necesidad vital de instalarse en la ciudad de Madrid. No tardaría en hacerse un hueco en la escena musical local como líder del Marcelo Peralta Quartet, con quienes se recorrería los principales festivales de jazz europeos (Alemania, Francia, Suiza, Italia…) y registraría el álbum “Milonga” (Melopea-Nuevos Medios, 1997), un trabajo en el que expresaba el aprecio y la añoranza por la música de su tierra natal, interpretando bagualas, vidalas, bailecitos, chacareras y otros géneros populares a su manera.

Pero Marcelo era mucho más que un profesor muy apreciado (sus alumnos de la Escuela de Música Creativa y la Universidad Alfonso X El Sabio valoraban que compatibilizara un elevado nivel de exigencia con su carácter afable y bonachón), un multi instrumentista (al piano y los diferentes saxofones, sumaba su aprendizaje autodidacta de la trompeta, el trombón, la tuba, el clarinete o el violín, entre otros instrumentos), un investigador del folclore argentino o un jazzista con vocación de improvisador. Marcelo era un músico mayúsculo. Prueba de ello eran sus habituales giras, ya entrados en los dosmiles, como acompañante habitual del pianista suizo Christoph Baumman o del pianista irlandés John Wolf Brenann, o la llamada de la Orquesta Sinfónica de la Radio Televisión Española para dejar registradas, en 2005, composiciones de Pepe Nieto, Gunther Schuller o Leonard Bernstein junto a referentes de la escena jazz española como el saxofonista Bobby Martínez y el trompetista Chris Kase. No es de extrañar si valoramos el hecho de que en su juventud ejerciera como solista de la Orquesta Sinfónica de L.R.A. Radio Nacional.

Marcelo no solo era apreciado en Argentina -a la que había regresado en agosto de 2019 para dejar registrado un álbum junto al Grupo de Improvisación Tercer Mundo- y España, en la que se mantenía como instrumentista de aventuras musicales como GNU Trío -responsable del disco homónimo “GNU Trío” (2009)-, Tr3spuntocer0 -junto a José y Juan San Martín, siendo autores del álbum “Con plomo” (2015)-, o su más reciente creación, “Northwest winds”, un trabajo que recogía composiciones propias interpretadas solo por su saxofón. Toda una osadía. La última de alguien que nos deparaba aún muchas otras sorpresas que quedarán durmiendo es sueño de los justos. D.E.P. Marcelo.

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2 comentarios en «MARCELO PERALTA…UN MADRILEÑO MÁS»

  1. Hola Jaime, te agradezco mucho tu bien documentado artículo y por la elección de «El Vidalero»- composición del propio Marcelo – cuyo desarrollo pone de manifiesto la esencia de lo que era ¡Zas! Trío: música a pecho descubierto, sin trampa ni cartón. ¡Gracias!

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  2. Muchas gracias Jaime, en nombre de mis hijos y el mío propio.
    La música debe continuar por eso, su familia, decimos llevar adelante un proyecto que Marcelo quería hacer, un sello de música y hoy, Koshkil Records existe gracias a él. Un cordial saludo y buen año 2023

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