Texto: Julián Ruesga
“… Lo que las investigaciones y crónicas más recientes del jazz suelen pasar por alto es la eclosión de nuevas técnicas, acentos y protocolos que definen el estado del jazz en nuestra época. (…) A medida que esta forma artística empezaba a asentarse en su segundo siglo, sus practicantes se han encontrado haciendo frente a unas condiciones más duras que ninguna generación previa: una infraestructura rota, un rumbo incierto y una base de consumidores distraída o incluso alienada”.
Quien esto escribe es el periodista norteamericano Nate Chinen, lo hace en el prólogo de su libro, Playing Changes, jazz para el nuevo siglo, publicado en España, en 2019, por la editorial Alpha Decay. Crítico de jazz en el New York Times y buen conocedor de la escena jazz neoyorquina, Chinen, presenta en el libro una panorámica del mundo del jazz contemporáneo que actualmente se desarrolla en Estados Unidos, centrándose, a modo de etnografía periodística, en el funcionamiento público de la influyente y potente escena jazz neoyorquina. El autor sitúa la música de jazz norteamericana en relación a los músicos que la hacen, los eventos musicales y artísticos en los que circula públicamente, las instituciones que hacen posible que todo esto suceda, y el entramado cultural y comercial que generan.
La narración de Chinen nos lleva a conocer la relación de los músicos con el trabajo de las instituciones culturales y educativas, con la prensa especializada, con el relato periodístico que los difunde -y construye su imagen pública-, su supervivencia económica en medio de la crisis y transformación de la industria discográfica y algunos otros aspectos importantes que forman parte del espacio social de los músicos que configuran la actual escena jazz norteamericana. A lo largo de los doce capítulos que componen el libro van apareciendo, Kamasi Washington, Charles Lloyd, Wynton Marsalis, Brad Mehldau, Joshua Redman, Dave Douglas, John Zorn, Geri Allen, Steve Coleman, Cassandra Wilson, Keith Jarrett, Wadada Leo Smith, Jason Moran, Henry Threadgill, Greg Osby, Esperanza Spalding, Vijay Iyer, Rudresh Mahanthappa, Ibrahim Maalouf, Danilo Pérez, Miguel Zenón, Melissa Aldana, y más músicos actuales además de algunos patriarcas históricos del jazz.
La lectura de Playing Changes, jazz para el nuevo siglo, es muy recomendable; reorienta el foco de atención sobre el jazz y aporta una perspectiva flexible y abarcadora que hace comprensible el complejo momento actual. Jazz de hoy, ahora, desde una mirada periodística que no sólo describe, sino que también inquiere en la realidad que expone. Hay que advertir que no es una historia del jazz, tampoco una guía de escucha o un indexado de anécdotas y curiosidades, es un libro que expone, problematiza y comenta con claridad el momento actual del jazz y sus músicos en Norteamérica. Otro párrafo entresacado del libro -esta vez del epílogo- sirve para mostrar el tono de su escritura y aporta una idea general de su foco de interés.
“Un entrevistador bienintencionado le preguntó una vez a Thelonious Monk adonde creía que estaba yendo el jazz, y el pianista le contestó: «No sé a donde está yendo. Quizás se esté yendo a la mierda. No se puede hacer que nada vaya a ninguna parte. Simplemente pasa». La réplica de Monk, digna de enmarcar, refleja la sabiduría de la intuición. No hay forma de pronosticar el futuro del jazz, ni siquiera su trayectoria precisa, porque es un género que no sigue un eje lineal. El impulso evolutivo de la música es real, pero no hay que confundirlo con una motivación. El jazz no tiene una agenda locomotriz inherente, como algunas facciones quieren hacernos creer, ni tampoco es ese monolito que otras facciones luchan con uñas y dientes para preservar”.