Rubén Blades en el Festival Cruïlla 2022: mensaje en la música, música en el mensaje

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©Víctor Parreno

Texto: José Bolívar Durán / Fotografías: Victor Parreno & Xavi Torrens (Festival Cruïlla 2022)

El concierto de Rubén Blades en el marco del Festival Cruïlla 2022 nos recordó tres aspectos esenciales a la hora de dimensionar el valor y las posibilidades de su música. El primero, la conveniencia de visitar el campo sociológico que ha dado vida a la salsa (1)  para comprender su fuerza terapéutica, cultural y política… no intelectualizarla, pero sí entenderla mejor para disfrutarla mejor. Algo elemental: como quien conoce de pan para disfrutar más del pan. El segundo, la oportunidad de ir más allá de bailes prefabricados, calculados y asociados necesariamente a una pareja. Hoy las clases abundan y en algunos casos son necesarias, claro, pero conectarse con los ritmos básicos y sus influencias jazzísticas (antes de copiar y repetir conteos, y vueltas, y conteos, y más vueltas) facilita un placer más intenso y consciente del baile de la música salsa.

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Sumado a los dos anteriores, el tercer y más importante aspecto: la escucha. No en vano Rubén Blades a lo largo de su concierto estuvo indicando qué cantaría, el contexto de aquello que iba a cantar y algunas de las características musicales de su grandioso acompañamiento: Roberto Delgado & Orquesta, agrupación que junto a Blades ha recibido ocho premios Grammy. Escuchar atentamente al escritor, compositor y músico panameño durante el concierto, nos permitió viajar por rutas que no sólo están relacionadas con el éxito de la Fania All-Stars; porque claro, hay muy buena salsa más allá de lo que más conocemos de la Fania y su época dorada.

Por otra parte, escuchar atentamente a Rubén durante las dos horas y diecisiete minutos que duró el concierto nos acercó una vez más al amor por la música; al amor por nosotros mismos, por la familia, por el barrio en el que crecimos, por aquella esquina latina que seguimos encontrando en cualquier lugar del mundo para sentir que la solidaridad de nuestros pueblos sigue viva: tan viva como la salsa, porque la salsa nunca morirá. Escuchar a Blades es escucharlo a él, pero también es escuchar al migrante y su pasión por la vida, la igualdad y la justicia, interpretada con una calidad musical que permite un pleno disfrute para quien decide apreciarla con los ojos cerrados sentado en el andén o en la silla de un teatro, o para los bailadores que sienten el poder de sus infinitos paisajes sonoros en una pista de baile improvisada o profesional.

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Además de algunos clásicos que siguen siendo populares en muchos rincones del mundo como ‘El cantante’, ‘Decisiones’, ‘Pedro Navaja’ y ‘Amor y control’, Blades interpretó grandes composiciones que hoy poco se escuchan y muy poco se valoran a nivel social, musical y literario como es el caso de ‘Pablo pueblo’, ‘Ligia Elena’, y claro, ‘Maestra Vida’, tema que hace parte de su enorme ópera salsa. Por otra parte y teniendo en cuenta que en su gira actual presenta el último álbum, Salswing, realizó merecidas menciones y referencias sonoras y visuales a importantes músicos de la escena del jazz (para mayor interés, véase la portada del álbum realizada por Orosmán de la Guardia).

En cuanto a Salswing es inevitable citar las declaraciones realizadas por el mismo Rubén Blades en abril de 2021: “Aunque la conexión entre el Jazz y la Salsa ha sido documentada, históricamente aún resta mucho por describir y por reconocer. Las combinaciones y colaboraciones entre músicos de estos géneros han sido numerosas a través de los años e incluyen a figuras de la talla de Mario Bauza y Dizzy Gillespie, Machito y Charlie Parker, Luis Russell y Louis Armstrong. Con esta producción intento continuar esa relación, comprobando que el arte no posee nacionalidad sino que representa un espíritu que trasciende razas, geografías e idiomas.”

La presentación en el concierto del Festival Cruïlla 2022 nos recuerda que debemos retomar el camino de una valoración mayor por la obra completa de Blades, pero también por las buenas sonoridades salseras que, como pasa con otros géneros, no habitan en las limitadas propuestas comerciales que se escuchan en la actualidad. La escena de la salsa hoy, en la mayoría de los casos, se encuentra contaminada por el monopolio de musicalidades que no responden a una selección rigurosa que cuide nuestro patrimonio identitario.

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El análisis sociológico de la salsa: su historia, sus protagonistas, sus relaciones con los derechos humanos, su potencia cultural, su posibilidad terapéutica para bailar el dolor y recuperar la esperanza, la poderosa y literaria cotidianidad que en ella habita… El baile solitario o apretado que con consciencia musical aviva un genuino goce, una necesaria sensualidad, la vital conexión festiva que nos centra… Y la escucha, la escucha: la que tanta falta nos hace en tiempos en los que la prisa comercial nos impone ritmos y estéticas que sólo generan ruidos vacíos.

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Las investigaciones de Isabel Llano Camacho en su libro La Salsa en Barcelona nos permite entender el porqué la salsa no pierde ni perderá vigor en éstas tierras, y el concierto lo evidenció. Y más textos de calidad que incluyen innumerables datos de buena música y enriquecedores análisis para apasionados y bailadores: lo escrito por César Miguel Rondón, Ángel Quintero Guevara, Ed Morales, Hernando Calvo, Leonardo Padura y Enrique Romero, entre otros. Y buenos programas radiales también: desde lo que seguimos encontrando en la singular Radio Gladys Palmera hasta las sesiones que nos ofrece el riguroso Roberto Carlos Luján con su programa Sonido Urbano.

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Antes de iniciar el concierto, un hombre, un poco sigiloso y casi misterioso, se acerca y me pregunta: “¿Te gusta más la música o el mensaje?. Me tomó desprevenido y le contesté, “las dos cosas”. El hombre no dijo nada más y se fue. Me quedé pensando en mi respuesta, porque ahora mismo le contestaría que con Rubén Blades hay mensaje en la música y música en el mensaje. Pensar que el mensaje sólo está en las letras es limitado.

En la entrevista que Blades le concede a Padura para el libro ‘Los rostros de la salsa’ deja clara una postura: “Hay más gente buena que mala y la prueba es que todavía existe el mundo, aunque nuestra irresponsabilidad hoy está contribuyendo a enfermarlo y herirlo, pero eso es reversible y por eso resulta importante explicar, a través de testimonios, lo que aún continúa siendo relevante: la influencia de la música popular y la posibilidad que plantea como contribución al desarrollo cultural, social, económico y político de América Latina y el mundo”. Con esto cierro. Con la esperanza que siempre la música popular nos ha dado, nos da y nos seguirá dando. Y más cuando seguimos migrando y encontrando el barrio latino…

1. Por limitaciones de espacio no se analiza en la presente reseña la discusión de la legitimidad de la denominación “salsa”. Para tal propósito pueden revisarse autores y radiodifusores anteriormente citados como son Roberto Carlos Luján, César Miguel Rondón, Ed Morales, entre otros.

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3 comentarios en «Rubén Blades en el Festival Cruïlla 2022: mensaje en la música, música en el mensaje»

  1. Una muy buena forma de describirlo: hay mensaje en la música de Rubén y hay música en el mensaje.
    Excelente artículo. Gracias.

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  2. Desde niño he sentido la idiosincrasia de mi pueblo natal ( venezuela ) con la música y letra de las canciones del poeta de los pueblos latinos.
    He escuchado a Rubén en todas sus facetas y la q mas penetro en el sentir latino, fue con Willi Colon, cada una de sus canciones interpretan mi existencia.

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  3. He seguido la evolución de la música de Rubén Blades por más de tres décadas y, si hay algo que decir de su música y las líricas es que, escuchar las temáticas líricas y las cadencias musicales es toda una cátedra de historia, sociología, gobierno, moral y al mismo tiempo, disfrutar de armonías musicales que deleitan y estimulas a la mente y las emociones.

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