Ximo Tébar, nuevo “fichaje” de la UCLA Global Jazz Studies

Fotografía de Jesús Ciscar. Imagen fondo: Obra de Rebeca Plana «Con Alma & United» (Cortesía: Galería Álvaro Alcázar)

Texto: José Pruñonosa / Fotografías: Cortesía de Ximo Tebar

Es bien sabido que la pandemia no ha afectado igualmente a todos los sectores. Si bien en el mundo de la cultura sus efectos han sido demoledores, en el terreno digital, definitiva e irremediablemente ha impulsado la formación online, en un tren de alta velocidad que ya partió hace tiempo. Ximo Tébar local hero del jazz patrio y más allá, heredero de Lou Bennett, creador del Son Mediterráneo y pionero de otras fusiones castizas, hace tiempo que cogió este tren. Así pues, mientras la pandemia arruinó su último trabajo “Brazilian Jazz Project” con Ivan Lins, le ha compensado ofreciéndole una plaza como profesor de la UCLA (University of California).

¿Cómo ha surgido está oportunidad?

Recibí de UCLA Global Jazz Studies una invitación para participar en una convocatoria para cubrir la posición de profesor lecturer «Advanced Jazz Guitar Performance», me presenté, y fui seleccionado.

¿Ha tenido algo que ver tu compañero del “Birdland” en el grupo “Riza Negra”  Arturo O’Farrill?  

Arturo O’Farrill junto con Dave Schnitter fueron mis mentores cuando me fui a vivir a Nueva York, allá por el 2003. Me introdujeron en la escena jazzística de la «city”. Hablo con ellos a menudo, y siempre me dicen “vente, tu sitio está aquí”. Yo ya había dado clases en algunas Universidades como Columbia o el City College of New York, y el aval de estas Universidades junto con mi curriculum, discografía, premios, experiencia y metodología, supongo que me han reforzado para ser elegido.

¿Puedes apuntarnos algo sobre esta metodología?

Una de las cosas que más valoraron en UCLA fue mi exposición sobre la metodología de trabajo. Yo soy un profesor que enseña al estilo de la vieja escuela.  Aunque he estudiado música y he tenido la suerte de tener grandes profesores como Joe Pass, Pat Martino, Kenny Burrell, Sean Levitt, o Carlos Gonzalbez, mi verdadera formación y experiencia ha sido en la carretera, tocando, grabando, y conviviendo con grandes maestros del jazz como Lou Bennett, Johnny Griffin, Benny Golson, Joey DeFrancesco, Idris Muhammad, Lou Donaldson, Dr. Lonnie Smith, etc. Considero que un alumno que accede al grado superior para cursar sus cuatro años de carrera lo que necesita es un tutor que le ayude a encontrar su camino y su voz propia a través de sistemas prácticos de simplificación, transmitiéndoles conceptos y claves, que no están en los libros, para potenciar su creatividad y pueda investigar sobre su propio discurso. También para que se convierta en un músico competente y versátil que pueda defender su trabajo en cualquier ámbito profesional. Es decir; en el mundo real. Las escalas, los grados tonales, estilos, repertorio, etc, en mi opinión, se deben estudiar en el grado elemental y en el grado medio.

Idris Muhammad, Joey DeFrancesco & Ximo Tébar en el Café Central (Madrid)

Hace tiempo que trabajas con grabaciones online en tu potente estudio de «Carlet» por el que han desfilado lo más granado del jazz nacional e internacional. ¿En que formato se desarrollan las clases? ¿Cuál es el perfil de tu alumnado? ¿Hay algún requisito especial de acceso?

En estos momentos, con la pandemia, las clases son online. El perfil de mis alumnos es muy potente, “tocan que se las pelan”… Mi posición es para los alumnos de tercer curso de carrera, allí a tercero, le llaman “junior”. Respecto a los requisitos se hacen pruebas de acceso ante Herbie Hancock. La diferencia que encuentro con España es que los alumnos de UCLA vienen muy preparados ya que existe una preparación previa en los grados medios de música, e incluso en los colegios e institutos. Aquí en España, al no existir la especialidad de jazz en los estudios musicales de grado medio (aquí le llamamos grado profesional), el alumnado accede al grado superior de jazz sin la experiencia, preparación ni las bases necesarias para cursar y aprovechar realmente lo que debería de ser un grado superior en música de jazz. Además, otra cosa interesante y muy efectiva que ofrece el sistema universitario americano es que el alumno puede elegir sus profesores cada cuatrimestre y así enriquecerse con las diferentes visiones, conceptos, metodologías y experiencias de cada profesor.

Como se puede comprobar la plantilla del centro es impresionante. Dirigida por Herbie Hancock, alberga la fundación Thelonious Monk. ¿Cómo piensas que puede afectar  este ambiente a tu carrera? ¿Se está gestando una nueva etapa americana?

La verdad es que para mi es un gran honor formar parte del equipo docente junto a esos grandísimos maestros. Anecdóticamente te diré que también ha sido una experiencia muy especial ya que el jefe del departamento de guitarra jazz de UCLA es el gran Kenny Burrell, ¡y yo tuve la suerte de estudiar con él hace treinta años! Cuando Kenny me entrevistó al respecto de mi incorporación en la UCLA, él no se acordaba de mi, pero me dijo (con sorna) “ahora entiendo porque eres tan buen guitarrista de jazz… porque fuiste mi alumno!”. Respecto a mi carrera me va a aportar mas experiencia como músico y como profesor e investigador, y con eso ya me doy por satisfecho. Seguiré estudiando, experimentando y trabajando, como siempre, y todo lo que me venga añadido, será bienvenido.

En lo artístico ¿Cómo te está tratando la pandemia? ¿Has pensado en volver a emigrar? O, quizás, ¿puedes manejar tus negocios y proyectos desde tu centro logístico en la urbanización de “Carlet”?

Antes de que llegara la pandemia, el negocio de la música ya estaba fatal, en un limbo indefinido donde no existía una estructura clara y organizada a nivel fiscal, laboral, institucional, de derechos de propiedad intelectual, de distribución, de colectivo, etc. La única fuente de ingresos que teníamos los músicos en activo eran las giras y los conciertos. La pandemia a terminado de fulminar el oficio de músico. Una ruina total! Tengo más de la mitad de mi familia viviendo en EEUU, y voy a menudo por motivos profesionales y familiares, pero de momento no me planteo trasladarme a las américas.

¿Crees que este nuevo orden mundial va a replantear nuevos modelos de negocio en el mundo de la música?

La verdad es que no lo sé. Lo que sé es que en el ámbito internacional del negocio musical se comenta que hasta 2022 no vamos a empezar a funcionar. Está por ver qué pasará y como será la nueva normalidad musical.

Toda la información sobre la UCLA Herb Alpert School of Music en este enlace

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