FeminaJazz 2019: María Toro y Eva Fernández.

Por Pedro Andrade.

Seguimos presentando a las artistas que compondrán el cartel del Festival Feminajazz en su primera edición en Madrid. En esta ocasión hablamos con un poco más de detalle de María Toro y Eva Fernández.

María Toro estará tocando el próximo 4 de octubre a las 20:00 en la Sala Berlanga.

A Contra Luz (2014) y Araras (2018) editados por el sello Jazz Activist son los dos últimos trabajos registrados por esta compositora y flautista gallega. El primero, grabado en New York, y el segundo en Río de Janeiro. Dos trabajos con una clara raíz flamenca desarrollados desde el jazz y que contienen los colores propios de los lugares en los que fueron registrados. Así en A Contra Luz, que fue grabado con músicos de la escena neoyorquina del momento como Jean-Michel Pilc al piano, Yelsy Heredia y Ben Street al contrabajo, Andreas Arnold a la guitarra o Justin Brown a la batería, podemos distinguir una cadencia de jazz contemporáneo inherente a uno de los escenarios de creación musical más importantes del mundo en éste género.

En este contexto urbano en el que se funden diferentes sonidos, estilos de vida, lenguas y culturas, la flautista se inserta de lleno y nos propone sobrevolar con sus composiciones la ciudad de los rascacielos desde una concepción de la música y del jazz muy suya, siempre en compañía del flamenco y las músicas populares, gallegas y portuguesas, fieles compañeras desde sus inicios y responsables de sus primeras incursiones musicales fuera de lo puramente clásico.

Graduada en estudios superiores de conservatorio, experimentó desde sus inicios una necesidad desbordante de concebir la música en todos los sentidos posibles. Sus discos contienen composiciones de una sonoridad exquisita, pero también cuentan cosas; son una clara fotografía de sus referentes musicales y de todas las experiencias académicas y profesionales que la han hecho cambiar de residencia y saltar el charco en varias ocasiones. En primer lugar a Madrid, para realizar estudios de jazz; posteriormente a Suiza, como flautista acompañante de bailarines flamencos en el que se empezaron a gestar sus primeras composiciones; y finalmente a Estados Unidos y Brasil, donde ha defendido y dirigido desde el inicio su proyecto musical.

El título Araras, su segundo trabajo, viene del nombre con el que se conoce en Brasil a un ave exótica muy presente en los cielos y parques de los barrios fluminenses, algo así como un periquito o guacamayo que María ha adoptado para dar nombre a su último disco, como el amuleto que simboliza los cinco años de aprendizaje y vida de la instrumentista en Río de Janeiro y también como una metáfora, un estandarte para anunciar su manera universal de entender la música. En este sentido la artista muestra una gran afinidad conceptual y musical con uno de sus maestros históricos Hermeto Pascoal, icono de la música brasileira, con quien ha podido contar para la grabación de este disco. También la acompañan músicos como Bruno Aguilar al contrabajo, Rafael Vernet al piano, Ajuriña Zwarg a la batería y nuevamente Andreas Arnold a la guitarra flamenca.

Este último trabajo de María Toro se despliega con esta idea de música universal, llena de matices, con los colores intactos de la naturaleza y de la geografía en la que fue concebido. Se trata de un proceso de investigación perenne con el que desarrolla sus creaciones y en el que está presente de manera meticulosa todo lo que la sensibilidad de la artista ha ido recogiendo en su estancia carioca. Cuida todos los estímulos e influencias imaginables, desde el canto de las aves, el contacto con los vendedores ambulantes de la playa, la gente de la calle y un mapa musical amplísimo, característico del país de la samba y la bossa nova, muy rico en muchos otros ritmos y estilos que abundan en sus infinitas regiones.

Se prevé que estos dos primeros trabajos tengan una continuidad en una futura producción, para cerrar así una primera trilogía. Será en España, residencia actual de la artista. donde es frecuente verla tocar su música acompañada siempre de músicos de primera línea y también colaborar con diferentes artistas del panorama nacional e internacional.

Eva Fernández, actuará el próximo 3 de octubre a las 21:00 en la Sala Berlanga.

Esta cantante y saxofonista catalana trae bajo el brazo su último trabajo Yo pregunto 2018 editado por Discmedi y grabado con Josep Munar a la guitarra y Enric Fuster a la batería. Sus dos primeras grabaciones, más enfocadas a la interpretación de standars de jazz clásicos fueron registradas con la colaboración especial de David Pastor y Joan Chamorro, fundador y director de la Sant Andreu Jazz Band, escuela que fue testigo de los inicios musicales de la intérprete desde muy temprana edad.

En esta ocasión la artista nos trae una propuesta más personal, que es una clara declaración de intenciones en las que se empieza a vislumbrar una voz nueva cargada de curiosidad y con una sensibilidad que asimila, se nutre y crea con un marcado estilo propio.

El disco grabado a trío incluye la lírica de poetas argentinos como Julio Cortázar, Alfonsina Storni o Alejandra Pizarnic y también del catalán Alfonso Costafreda. La elección de estos poemas viene de una larga investigación y lectura que empezó como un encargo musical para un evento puntual y que poco a poco se ha ido convirtiendo en disco. Las composiciones se envuelven en un jazz rico en melodías vocales y armonías instrumentales de producción propia en los que la saxofonista ha contado con una participación activa del guitarrista Josep Munar en el proceso de creación.

La propuesta de Eva Fernández mezcla sonidos de diferentes latitudes como el bolero y la música negra pero también con sonidos oscuros y evocadores. La saxofonista se declara ciertamente infuenciada por grandes artistas como Billie Holiday, Sarah Vaughan, Jhonny Hodges y Sidney Bechet, pero también por artistas que no pertenecen directamente al jazz como Beyoncé, Rosalía o Amy Winhouse de las que recoge más que su estética su actitud y poderío en escena, según la propia artista explica en una reciente entrevista.

Yo pregunto es el principio de un camino muy prometedor en el que se empieza a generar un espacio de reflexión, una especie de laboratorio en el que no se da nada por hecho. La inquietud, la investigación y el aprendizaje son las herramientas con las que trabaja actualmente la saxofonista que se encuentra inmersa en estos momentos en  la producción de su siguiente trabajo.

 

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